Estos alimentos mejoran el sexo en pareja

El sexo está estrechamente relacionado con lo que comes. Hay alimentos que logran que tu libido suba y por ende tus ganas de tener sexo. Algunas comidas mandan ideas a tu cerebro. Cuando te enamoras se libera feniletilamina y hay comidas que son capaces de hacer que tu cerebro la libere.

Además de para lograr tener sexo, prepararle una cena romántica a tu pareja de vez en cuando no está nada mal, si ya como efecto secundario logras una noche loca de sexo mejor que mejor. Y si a las ya innumerables posibilidades de que eso suceda le sumas que usas algunos de los trucos que te voy a decir a continuación, la partida estará totalmente ganada.

Hay tópicos como el de las ostras. Habrás escuchado mil veces que las ostras hacen que tengas ganas de sexo y que son afrodisíacas. Pues siento comunicarte que para que eso suceda tendrías que ir al hospital por haber comido 50 ostras. Esa esa la cantidad necesaria para que el zinc que tienen lo absorba tu cuerpo y haga que los andrógenos, encargados de crear las hormonas masculinas, hagan su magia.

Así que mejor ir sobre seguro y usar alguno de los siguientes ingredientes. No es seguro cien por cien que la cosa acabe en sexo, pero también puede ser divertido.

Anís estrellado

ANIS

A ver, no se trata de coger una «borrachera» de anís, que lo mismo también funciona como afrodisíaco y tienes sexo. El anís se viene usando desde la época de los romanos. Por aquel entonces, se metían las semillas en la boca a modo de caramelo para subir su libido.

En Oriente son muy aficionados a usar terapias naturales alternativas y utilizan en anís contra la impotencia masculina, por ejemplo. Y en Francia las semillas de anís se usan en una bebida afrodisíaca elaborada con la idea de que tengas sexo, que se llama Pernod.

Meterte las semillas en la boca puede ser un poco «desagradable» y se te adormece, pero puedes intentar meterte en la cocina y hacer un dulce o unas galletas de anís. Ten cuidado porque si la dosis es muy alta puedes tener efectos secundarios como vómitos, náuseas, convulsiones e incluso alucinaciones.