Cómo ahorrar 400€ con la economía del amor y el odio

La economía colaborativa, que genera amores y odios por igual, ha supuesto un cambio de paradigma en cuanto al consumo. La proliferación de plataformas como Wallapop, Car2go, Couchsurfing o Shipper, nos permiten comprar y vender ropa nueva y usada, utilizar un coche por minutos, prestar el sofá de nuestra casa o compartir un guardamuebles, con gastos que conlleva.

Hay muchos ejemplos de empresas de economía colaborativa, pero sin duda, las que más han triunfado son las relacionadas con el transporte y el alojamiento. Airbnb está arrasando. Ciudades como París, Londres o Barcelona han experimentado un aumento considerable en los alquileres de pisos destinados a usos turísticos, con todos sus pros y contras.

Estas empresas han revolucionado el turismo, abriendo un gran abanico de posibilidades. El mundo está cambiado y también el consumo, haciendo un hueco a estas nuevas formas, porque todas las opciones son válidas. Estas son algunas de las diferencias entre unas vacaciones tradicionales y otras low cost.

COMPARATIVA DE PRECIO ENTRE LAS DISTINTAS OPCIONES

Imaginemos que estamos por ejemplo en Madrid y que queremos viajar una semana a Málaga para disfrutar de la playa y para hacer turismo. Si elegimos la forma tradicional de viajar, las opciones son el tren y o el avión. Los billetes de Renfe en clase turista con tarifa ida y vuelta tendrían un coste de 128 euros. Si preferimos el avión, la oferta más económica la ofrece Air Europa y la cuantía asciende a 219 euros, ida y vuelta. Sin embargo, si elegimos viajar en un coche compartido, entrando en la web Blablacar encontramos 32 viajes disponibles, y el más económico ajustado a nuestro horario tendría un coste de 20,50 euros ida y 25 euros vuelta, es decir 45,50 euros en total. Ahorraríamos, por tanto, en torno a un 64%, si viajamos en coche compartido, respecto al tren, y un 79% si compartimos coche en lugar de coger un avión.

Una vez solucionado el tema del trasporte vamos a buscar alojamiento. Entramos en un buscador de hoteles y marcamos las opciones que más nos encajan: hoteles de dos o tres estrellas, (son los que se están viendo más afectados por este tipo de empresas), sin desayuno, y cerca del centro. La mejor oferta que encontramos es un hotel de dos estrellas, a cinco kilómetros del centro, para seis noches y sin desayuno, con un precio de 480 euros.

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»69005″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Buscamos ahora las ofertas de pisos turísticos y tenemos dos opciones: apartamento completo o una habitación. Entramos en la web Airbnb y la mejor opción, si buscamos un apartamento completo, la encontramos a 34 euros la noche, lo que supone un precio final de 275 euros, con tasas e impuestos incluidos. Si queremos ahorrar un poco más también podemos elegir la opción de pernoctar en una habitación, dentro de un piso compartido con más huéspedes. En ese caso, encontramos habitaciones desde 29 euros la noche. Lo que supone el desembolso total de 174 euros.

Por tanto, si viajamos en coche compartido y alquilamos una habitación en un apartamento turístico podemos pagar alrededor de 219,50 euros. Si el viaje es el avión y dormimos en un hotel el precio asciende a 606,50 euros. La diferencia es de 387 euros.

Si queremos seguir ahorrando debemos comer menos en restaurantes y más en casa, como también podemos reducir los gatos de las copas, por ejemplo, tomando la primera en casa. Cada persona debe adaptarse a sus circunstancias económicas y personales, y elegir la opción que considere más adecuada. En la actualidad hay muchas más posibilidades, diferentes maneras de viajar, con formas más asequibles. Así que quizá aún estés a tiempo de disfrutar de unos merecidos días de descanso.