Apagafuegos del covid-19: agentes forestales contra incendios y contagios

El protocolo de actuación de los agentes forestales también se ha visto alterado por la irrupción de covid-19. Ahora, el mismo dispositivo que se empleaba a fondo en labores de prevención de incendios ante la proximidad de la llegada de la época de alto riesgo en montes y bosques, compagina las tareas de vigilancia con otras de apoyo a la población de las zonas rurales más apartadas. El operativo forestal amplía su protocolo de actuación y ayuda en el reparto de materiales y en todas las actividades en las que se le requiere.

Y esta labor la están desarrollado agentes forestales de diferentes Comunidades Autónomas, como en Asturias. Allí, el consejero de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca, Alejandro Calvo, destacaba este viernes la labor de la Guardería del Medio Natural, que se ha movilizado para colaborar en la lucha contra el coronavirus en la zona rural.

Según recuerda el consejero, estos agentes forestales «se han integrado en el Grupo de Acción Social, formado por la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar, el Servicio de Emergencias del Principado (Sepa) y la Delegación del Gobierno en Asturias, para realizar labores asistenciales«.

FRENTE AL COVID-19 EN LA ESPAÑA VACIADA

“Hubo una incertidumbre inicial sobre cuál debía ser nuestro papel”, reconoce Alberto Esteban, presidente de la Asociación Española de Agentes Forestales y Medioambientales (Aeafma), pero “finalmente nos vimos inmersos, como todos los ciudadanos, en la emergencia de las emergencias”, ha reconocido en declaraciones a EFEverde. De hecho, conforme a lo establecido en el Real Decreto del Estado de Alarma y en la propia Ley Nacional de Protección Civil, las tareas de este colectivo fueron inicialmente de vigilancia y seguridad en el cumplimiento del confinamiento, pero ”la necesidad de apoyo a la población más vulnerable no se escapaba en casi ningún territorio”, comenta Esteban.

Sobre todo en la España vaciada o el mundo rural, “repleto de pequeñas poblaciones donde escasean los funcionarios públicos y donde el agente de medio ambiente podía y debía sumarse a la atención de las necesidades sanitarias de los más vulnerables”; así, en los lugares más aislados de Andalucía o Teruel “nos fuimos sumando poco a poco a las tareas de traslado de medicinas o desinfección de áreas sensibles”.

Alberto Esteban recuerda cómo en La Rioja, Soria o Murcia se fueron conformando “equipos homogéneos y bien preparados” para la desinfección de residencias y espacios públicos sensibles, utilizando para ello la conocida como “mochila de extinción de incendios forestales”.

SECTOR FORESTAL Y MATERIAS PRIMAS

El sector forestal saldrá reforzado de esta crisis en muchos aspectos, sobre todo en algunos que ha impuesto a gran velocidad la lucha contra el covid-19, pero que, con toda seguridad, permanecerán cuando el virus pase. Por ejemplo, la utilidad de las tecnologías de la información y comunicación para hacer frente a una emergencia como la provocada por una pandemia que, según precisaba hace un par de días el director técnico de Cesefor, Pablo Sabín, “ha pillado a todos desprevenidos» pero que, «puede servir como oportunidad para digitalizarnos y llevarlo mejor en futuras ocasiones”.

De hecho Cesefor (Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria en Castilla y León) es integrante desde el inicio de esta emergencia sanitaria del Grupo de Apoyo Técnico del Centro de Coordinación Operativa Integrado de la provincia de Soria (CECOPI Soria). Su colaboración ha sido requerida para el desarrollo de la aplicación piloto para mejorar la coordinación de recursos y necesidades durante la emergencia. En el grupo técnico se iban detectando las necesidades “y una de ella era aglutinar la avalancha de voluntarios, donaciones y participación de la sociedad para luchar contra la pandemia”, explicaba Sabín.

Por su parte, el responsable del Área de TIC y Gestión del Conocimiento en Cesefor, Rodrigo Gómez, subrayaba que, “aparte de su utilidad para ayudar en la situación actual, esta iniciativa piloto puede servir también como ejemplo para aplicaciones de gestión de grupos de trabajo y puede marcar una línea de trabajo muy interesante para abordar situaciones futuras”.

En este sentido, la importancia de que iniciativas de este tipo provengan de una Fundación de carácter forestal radica en el alcance del trabajo de los actores del sector forestal. Las fábricas de pasta y papel, que proveen de productos de primera necesidad, o los aserraderos, que garantizan el suministro de palets y embalaje para el transporte de alimentos, productos sanitarios y farmacéuticos, así como las empresas de explotación de madera, que suministran materia prima a los anteriores en condiciones “muy difíciles”, son fundamentales para dar respuesta a las necesidades de la crisis y, así, “evitar situaciones de desabastecimiento a la población”.

El director de Cesefor, recuerda en una información publicada por EFEverde que “en estos días se está constatando la necesidad de que las actividades relacionadas con la transformación de materias primas, su transporte y su comercialización son fundamentales para la sociedad y que este paro global sólo es posible si unos cuantos siguen proporcionando lo necesario para que podamos continuar seguros en nuestras casas”.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.