El abrazo que ha dejado atónito al sector televisivo: ¿por qué Vasile cede ante Roures? 

Mediaset anunció ayer que su filial publicitaria Publiespaña se encargará de explotar comercialmente el canal temático deportivo Gol TV, propiedad de Jaume Roures.

A nadie se le escapa que la sintonía entre Paolo Vasile y el mandamás de Mediapro no ha sido la idónea en esta última década. Recuerden que Telecinco respondió al nacimiento de La Sexta en 2006 con una nueva política de compras que implicaba el veto a las productoras fundadoras de la cadena verde.

Además, auspiciaba el nacimiento de «productoras de confianza», con las que Mediaset se parapetó durante años. Estas compañías eran impulsadas por ex directivos de Telecinco, cadena que participaba en el accionariado de las mismas a cambio de asegurarse la exclusividad de sus catálogos.

La distancia entre Telecinco y La Sexta se agudizó por las demandas cruzadas de ambas cadenas por el proyecto ‘Sé lo que hicisteis…’, látigo inmisericorde de los espacios del corazón de Mediaset. El citado programa conducido por Patricia Conde y Ángel Martín fue obligada por la justicia a dejar de emitir imágenes de la cadena amiga, pero por ello las hostilidades no cesaron. El pulso judicial llegó hasta 2011, año en el que La Sexta fue condenada a abonar 100.000 euros a Telecinco por el sketch «El día de la mierda», emitido en ‘Sé lo que hicisteis…’, y la cadena de Mediaset recibió un requerimiento judicial para eliminar de su web el sketch «Sé lo que robasteis», emitido en el programa ‘Becarios’.

Una historia de líos

Entre medias, Paolo Vasile estalló contra Mediapro después de conocer que la compañía catalana le había ganado en 2007 la subasta por los derechos de la Fórmula 1. El Consejero delegado italiano acusó a Roures de «romper el mercado», calificando su operación de «capitalismo rampante». También acusó a las autonómicas, que emitieron la competición junto a La Sexta, de «socorrer a una empresa privada que se ha equivocado en una oferta». Estas hostilidades parecieron cesar en el verano de 2013, cuando Mediaset llegó a un acuerdo con Mediapro para que ésta produjera el espacio ‘Tiki Taka’ y emitiera un partido de primera división, pero el proyecto apenas duró una temporada.

Dos años después Mediapro se hizo con el control de sus socios de Globomedia, factoría que recibió con sorpresa la cancelación de Mediaset de su sitcom ‘Anclados’, que había logrado unos resultados extraordinarios en su primera temporada. El Confidencial Digital publicó que la llegada al control de la productora de Roures era el motivo de que Vasile cancelase la serie, pero Mediaset negó este extremo a través de una nota de prensa.

En los últimos meses la eterna guerra ha aminorado. Y es que Mediaset contrató a Mediapro para producir la primera etapa de ‘Dani & Flo’, firmó con Globomedia la producción de la serie ‘El accidente’ y ayer anunció que explotará los anuncios de Gol TV, acuerdo que ha sido calificado por el sector de «sorprendente». Algunos se preguntan por qué Vasile ha cedido ante Roures, que tendría serias complicaciones para hacer rentable un proyecto como Gol TV. El canal temático deportivo se nutre de unos millonarios derechos muy complicados de rentabilizar para un pequeño canal de TDT (quinto canal menos visto de los 21 que se emiten a nivel nacional, con apenas un 1% de share en lo que va de agosto).

Fuentes cercanas al sector señalan a Merca2.es que Mediaset tiene un oscuro objetivo con esta operación, calificada como «dificilmente viable». El interés de Vasile es aumentar su facturación publicitaria después de la constante pérdida de Publimedia de varios clientes. La compañía comercial de Mediaset se quedó en los últimos tiempos sin clientes como 13 TV, Cosmopolitan, AMC, amén de varios canales de la plataforma digital Movistar TV. Este hecho ayudó a que en 2016 los «Vasile boys» ingresaran 16 millones de euros menos que el ejercicio anterior, situación que se ha agravado en el primer semestre de 2017: 13 millones menos de ingresos. Es decir, que Mediaset busca ganar cuota publicitaria de forma artificial, aunque para ello tenga que claudicar ante un enemigo íntimo como Jaume Roures.