Asesor inmobiliario, la profesión del futuro asegurado

El mercado inmobiliario sigue siendo uno de los más fuertes y rentables de España y desde que empezó 2022 lo ha seguido demostrando. El pasado mes de septiembre, se firmaron 2.547 hipotecas, el 57,7% más que el mismo mes del ejercicio anterior. Facilitado por el Instituto Nacional de Estadística (INE), el dato es el mejor en una década. A esto, además, hay que añadir la abundancia de liquidez de las familias, sobre todo durante la época pandémica, que va a seguir siendo una constante, según el informe «Tendencias en el mercado inmobiliario en Europa 2022».

Además, la alta demanda en el mercado residencial y el regreso del comprador extranjero harán que esta industria se vea como un sector muy atractivo para la inversión. Tras superar la burbuja inmobiliaria, la crisis económica y la reciente pandemia de la covid-19, el sector repunta y se perfila como una buena salida para aquellos que buscan emprender negocios.

Y, en este marco, además, está cambiando el modelo de asesor inmobiliario porque la sociedad así lo reclama. Hoy es una profesión altamente demandada como corrobora el ranking de InfoJobs de los profesionales más demandados. En él, se observa que en febrero de 2021 el puesto de asesor inmobiliario pasó de ocupar la sexta posición en el índice a situarse en el tercer puesto. Una figura, la de asesor inmobiliario, que actualmente ofrece servicios personalizados, digitales y con un asesoramiento mucho más transparente a la hora de ayudar a las personas a comprar, alquilar o vender su hogar.

Por ello, hoy muchas personas apuestan por iniciar la andadura en esta profesión abriendo su propia agencia inmobiliaria, confiando en una industria que permite multiplicar ingresos y generar patrimonio. Todo ello basado en un modelo de negocio que facilita la conciliación y ofrece perspectivas de crecimiento. Los asesores inmobiliarios independientes cuentan con la libertad de desarrollar su propio negocio, decidir cuándo y dónde trabajar y poder disfrutar de tiempo libre y en familia. Y pueden beneficiarse de las múltiples herramientas tecnológicas que facilitan su trabajo.

ALTA DEMANDA Y EL REGRESO DEL COMPRADOR EXTRANJERO

La burbuja inmobiliaria en España más importante comenzó en 1997 y duró hasta 2007 cuando la vivienda alcanzó su pico de precios, entonces estalló la crisis inmobiliaria española 2008-2013 provocando una crisis económica, social e institucional en España. Ahora, una vez superada, el sector repunta y se perfila como una buena salida para aquellos que buscan emprender negocios.

Una de las tendencias más llamativas que ha dejado la crisis del covid es el nuevo boom de la vivienda en los países desarrollados. El precio de los inmuebles residenciales no ha parado de aumentar durante la crisis, pero sobre todo durante la posterior recuperación.

La compraventa de viviendas por parte de extranjeros no residentes creció un 51,17% en 2021


La compraventa de viviendas por parte de extranjeros no residentes en España aumentó un 51,17% en 2021, hasta las 43.827 transacciones, y recuperó el ritmo perdido en 2020 a causa de la pandemia y de las restricciones de movilidad. La misma tendencia se repite en el caso de las compraventas entre los extranjeros residentes, que cerraron 2021 en 59.168 operaciones, un 38,74% más que el año anterior, según los datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana consultados por Merca2.

OPORTUNIDAD DE INVERSIÓN

El mercado inmobiliario está en pleno apogeo. Este año ha marcado un antes y un después en las economías nacionales, y prácticamente todos los sectores están viendo un importante crecimiento en sus respectivos negocios. El mercado de la vivienda no está siendo una excepción. Se trata de un sector distinto a todos los demás. Predominan los inversores conservadores. Seguramente habrá quien no confíe en el sector que tumbó a la economía española en el 2007. A pesar de ello, Gonzalo Bernardos, economista y una de las principales personalidades del mercado inmobiliario, cree que estamos en un momento “estupendo” para invertir en el sector vivienda. “La inversión en el mercado inmobiliario, generalmente, es una inversión conservadora. Entendiendo de que la inmensa mayoría de las personas que lo hacen, buscan obtener unas rentas que puedan oscilar un 4%-5%, y en algún momento determinado, si necesitan liquidez, vender ese inmueble”.

El del inmobiliario, es un mercado que se está viendo beneficiado por varios factores. Uno de ellos es por la escasa rentabilidad que ofrece el mercado de la renta fija. Estamos en un momento en el que la inmensa mayoría de los expertos aconsejan entrar en el sector inmobiliario. Otro de los factores que beneficia al mercado de las viviendas es la solvencia de los bancos. Están en un momento económico álgido, y como tal dan mucho más crédito que hace un par de año. Esto se une a que la mayoría de la demanda viene de las clases medias-altas, lo que da más seguridad a las entidades bancarias. 

Si analizamos esto, despeja las dudas de una posible nueva burbuja inmobiliaria. “En España no hay peligro de que haya una próxima burbuja inmobiliaria porque el año pasado los precios bajaron y en relación con los máximos históricos de ventas, y de precios, estamos muy lejos. Por ahora no hay peligro” explica Gonzalo Bernardos. 

A pesar de ello, las decisiones de los bancos pueden perjudicar al sector, y el economista advierte sobre ello. “Estamos viendo el prólogo de un “boom” inmobiliario, pero cuidado porque si los tipos de interés se mantienen muy bajos y los bancos vuelven a hacer barbaridades, otra vez estaríamos en burbuja”, añade el barcelonés.

Es un momento fantástico para invertir. Estamos en el preludio del boom inmobiliario. Hay mucha gente que tienen ahorros acumulados. Es muy posible que en 2022-23, si el tipo de interés no sube considerablemente, el precio de la vivienda aumente bastante.

Irati Bartolome
Irati Bartolome
Redactora en Merca2.es. Escribe sobre construcción e inmobiliario. Antes pasó por las secciones de divisas, finanzas y bolsa en Inversión.es. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.