El verdadero caballo de Troya para España no es Pegasus, es Sánchez

Pegaso, el caballo blanco y alado que nace a partir de la sangre de Medusa, es el primer equino en llegar al monte Olimpo, la morada de los dioses, en el que Zeus le acoge.

Un mito griego que he recordado al descubrirse que 60 líderes independentistas catalanes podrían haber sido espiados a través del sistema “Pegasus”, un programa de software que utilizan los gobiernos para prevenir atentados y perseguir delincuentes.

MITOLOGÍA Y LEYENDA

Y continuando con la mitología y las leyendas, muchos han querido comparar el caso “Pegasus” con el caballo de Troya, en el sentido de que sería la herramienta utilizada por los socios de Sánchez para seguir arañando concesiones mientras alcanzan su objetivo final, el derribo del orden constitucional.

Estoy de acuerdo con esta afirmación, pero sólo en parte. 

los independentistas catalanes han utilizado este caso para mostrar un supuesto alejamiento

Es cierto que los independentistas catalanes han utilizado este caso para mostrar un supuesto alejamiento y una ficticia ruptura con Sánchez. Ficticia porque ERC voto en contra del decreto de medidas urgentes de respuesta a las consecuencias de la guerra en Ucrania en cuanto tuvo confirmación de que EH Bildu votaría a favor.

MATCH-BALL

Así, Sánchez salvó otro match-ball y ellos seguirán teniendo en la Moncloa al Presidente más afín a sus intereses. Porque ¿quién sino Sánchez sería capaz de indultar a aquellos que vulneraron el orden constitucional y de sentar en la comisión de secretos oficiales a los enemigos del estado de derecho?

Por tanto, Pegasus no es el caballo de Troya de Junqueras, Puigdemont o Rufián.  Ni debería serlo para cualquier gobierno serio y responsable que nunca se avergonzaría de vigilar– con todos los medios legales a su alcance- a aquellos que pretendieron romper España y no cesan de repetir que “lo volverán a hacer”.

El problema es que a Sánchez y a su gobierno lo único que les importa es permanecer en el poder

El problema es que a Sánchez y a su gobierno lo único que les importa es permanecer en el poder, aunque para ello degraden las instituciones que constituyen los pilares de nuestra democracia y pongan en entredicho la seguridad e integridad de nuestra nación.

Lo demuestra el hecho de que Sánchez utilizó a la Presidenta del Congreso, la tercera autoridad del Estado, para cambiar la mayoría necesaria para formar parte de la comisión de secretos oficiales y abrirle la puerta de la misma a Bildu sin importarle la preocupación y la desconfianza que esta decisión generaría, ya ha generado de hecho, entre nuestros aliados por el “secreto” y la seguridad de la cumbre de la OTAN que se celebrará en junio en Madrid.

LA MINISTRA DE DEFENSA

Lo demuestra el hecho de que este gobierno es el único en el mundo capaz de asumir públicamente que el Presidente y la ministra de Defensa han sido espiados – lo que deja en muy mal lugar a nuestros servicios de inteligencia cuyo prestigio, gracias a Sánchez y su gobierno, se ha reducido a cero-  en un vano intento de igualar el nivel de victimización de los independentistas y que estos le sigan apoyando.

Por tanto, el único caballo de Troya aquí, para nuestra desgracia, es Sánchez que carece cualquier brújula moral y está dispuesto a todo, incluso a entregar nuestro país a los enemigos de la democracia y de España – los independentistas, los populistas y los herederos de ETA– para seguir disfrutando de poder y privilegios.  

Por ello, frente al caballo de Troya que supone Pedro Sánchez para España, el Partido Popular, un partido de estado y que defiende la democracia, hará todo lo que este a su alcance para salvar a España de Sánchez, por ello, votamos en contra de una comisión de investigación sobre “Pegasus” no para salvarle de los ataques independentistas sino para salvarnos a nosotros mismos.

(*) Antonio González Terol, diputado del Partido Popular (PP)

Antonio González Terol
Antonio González Terol
Político español del Partido Popular; exalcalde de Boadilla del Monte, diputado regional en la Asamblea de Madrid en la VIII, IX y X legislaturas; y ex vicesecretario general de Política Territorial