Castilla Termal elige biomasa local para desconectarse del gas

Castilla Termal Hoteles está canalizando sus esfuerzos en conseguir la neutralidad de carbono. Para lograr esta meta, los establecimientos de Solares, Burgo de Osma y Brihuega -este último, en fase de construcción- están instalando plantas de biomasa, un sistema de calentamiento sostenible que se sustenta en la astilla sobrante de los aserraderos locales y los restos de la masa forestal cercana. De este modo, estos tres hoteles se sumarán a los de Valbuena y Olmedo, que ya cuentan con estas plantas como sistema de calentamiento.

La biomasa es un sistema de producción de calor eficiente, sostenible y con emisiones neutras de carbono debido a su base de combustible: astilla y desechos forestales. Las calderas de biomasa que la cadena tiene ya en marcha, sumadas a las que prevé instalar durante 2022, cubren el 100% de las necesidades térmicas de sus edificios, lo que permite a Castilla Termal Hoteles hacer una desconexión de las acometidas de los servicios de gas.

Además de las plantas de biomasa, Castilla Termal Hoteles ha ido adquiriendo numerosos compromisos en sostenibilidad en los últimos tiempos. Prueba de ello es que el 100% del consumo eléctrico de sus hoteles procede de energía verde, generada a través de los sistemas renovables. Además, todos disponen ya de sistemas inteligentes para el control de climatización e iluminación que consiguen que los edificios sean más eficientes energéticamente.

Cuentan, a su vez, con cargadores rápidos para vehículos eléctricos, lo que muestra su apuesta por la nueva movilidad. Asimismo, se están instalando placas solares en el hotel de El Burgo de Osma, que funcionarán a pleno rendimiento a mediados de abril, sin alterar la apariencia estética del edificio histórico.

Finalmente, en la construcción del nuevo hotel de Brihuega, en Guadalajara, se están reutilizando todos los materiales posibles que ya estaban en el edificio histórico -una antigua fábrica de paños-, fomentando, así, la economía circular.

Todo ello contribuye a lograr la huella de carbono cero, proceso en el que se encuentra la cadena. Para ello, ha tenido que calcular sus emisiones y reducirlas al máximo. Una vez logrado este hito, se entra en fase de compensación, que consiste en reinvertir en proyectos sostenibles a cambio de las toneladas de Co2 que se siguen emitiendo. En el caso de Castilla Termal, está previsto que dicha inversión se destine a proyectos sostenibles cercanos a los propios hoteles, para contribuir a la reducción de la huella de carbono local.

castilla-termal-ahorro-agua

En palabras de Jonathan Callejo, director técnico de la cadena hotelera, «nuestro grado de compromiso con el medio ambiente es absoluto. Vivimos por y para la sostenibilidad, porque creemos que tenemos ese deber moral. Por eso, cada acción y cada decisión en la gestión de nuestros hoteles va ligada al cuidado del planeta, aunque eso a veces suponga mayores costes. Trabajamos a diario para conseguir la huella de carbono cero».

CASTILLA TERMAL VALBUENA, UN REFERENTE EN SOSTENIBILIDAD

Castilla Termal Valbuena es un buen ejemplo de los objetivos y valores de la cadena. Se trata de un hotel 100% sostenible y que, a día de hoy, puede abastecerse por sí mismo con el uso de energías renovables y producciones térmicas propias, de frío y calor. Al igual que todos los establecimientos de la cadena, se encuentra ubicado en un entorno rural y natural, con el objetivo de que el turista que llegue suponga la mínima huella posible para el medio ambiente.

En el hotel se ha llevado a cabo un proyecto de reforma y adaptación arquitectónica que ha conseguido minimizar el impacto, tanto visual como ambiental, del edificio en el entorno, dándole el máximo valor a los parámetros energéticos. Todo ello contribuye a que la huella de carbono del establecimiento sea mínima, teniendo en cuenta lo que consume un balneario. En la actualidad, las toneladas de Co2 emitidas por cada huésped es de 0.00083.

Este establecimiento ya apuesta por el uso de calderas de biomasa para la producción térmica de calor en todo el hotel, se distingue por tener instalada una geotermia de pozo que es capaz de abastecer todo el circuito de frío y, con sus circuitos de recuperación, calienta el ACS (Agua Caliente Sanitaria) y las deshumectadoras de sus piscinas y zonas de contrastes.

El agua mineromedicinal de su balneario es un bien preciado y, por ello, es filtrada y tratada para reutilizarse en el riego de sus jardines adjuntos; como el de la cubierta vegetal que se creó en la parte superior del edificio, y que ha obtenido varios premios significativos por su construcción, diseño y eficiencia térmica.

Otro de los servicios y beneficios que aporta el hotel al medio ambiente es su huerto propio de producción ecológica, que abarca 2.000 metros cuadrados. Todos sus alimentos abastecen a la cocina general y los huéspedes pueden visitarlo. Además, Castilla Termal Valbuena se suministra de proveedores locales y fomenta políticas de Kilómetro Cero para apoyar a los productores de la zona.

Por otro lado, dentro de la política ecológica de este hotel, destaca la eliminación de plásticos de un solo uso. Se han suprimido este tipo de envases de los productos de higiene de las habitaciones, cambiándolos por dispensadores con cosmética natural elaborada con agua termal; también se utilizan cepillos de dientes y de cabello de bambú, así como las cuchillas de afeitar o los vasos de papel, entre otras medidas.

María Castañeda
María Castañeda
Redactora de MERCA2 de empresas y economía; especializada en energía, sostenibilidad y turismo.