La ‘Operación Deluxe’ destapa las costuras del «neorrealismo» berlusconiano

‘Sálvame’, según definición de Paolo Vasile, es «neo-neorrealismo puro con una vena de surrealismo». «El neorrealismo buscaba personas reales para interpretar a los personajes. Lo que nosotros hacemos en ‘Sálvame’ es un neorrealismo actualizado, donde hay personajes que se interpretan a sí mismos y se convierten en un personaje que no es un actor», añadía.

DELUXE A LUNA

El directivo italiano, ni corto ni perezoso, reconocía que «esto implica dosis de surrealismo porque al interpretar a una serie de personajes que no existen, por momentos la realidad se hipertrofia y de ahí se pasa al surrealismo».

Y el surrealismo se ha advertido tras saber por boca de El Mundo que los directivos del programa están siendo investigados en una macrooperación policial (antes Operación Deluxe y ahora Operación Luna), a cuenta de un presunto «delito de descubrimiento y revelación de secretos».

OPERACIÓN Y FILTRACIONES

140 famosos habrían sufrido filtraciones de un policía amigo de Gustavo González, epicentro del que se quiere alejar La Fábrica de la Tele. La productora asegura que la empresa «y las personas que integran han actuado siempre en el marco de la ley y dentro de su actividad periodística y en el legítimo ejercicio del derecho a la información, por lo que son absolutamente falsas las atribuciones de actividad de espionaje».

La compañía participada por Mediaset asegura que «lo que se investiga es la naturaleza del vínculo que mantenía un periodista con una larga trayectoria profesional con una de sus fuentes, un agente de policía» y afirma que «ningún director o redactor ha tenido ninguna relación con el agente de policía».

GIRO DE GUIÓN

Esta información de El Mundo llega cuando ‘Sálvame’ está en un momento delicado por unos problemas de audiencia que están navegando contra los intereses de Telecinco, que solo ha ganado uno de los siete primeros meses de la temporada 2021-22 a Antena 3. 

La cadena practica el contorsionismo e intenta ganar vitaminas con varias medidas entre las que destacó ayer el estreno, dentro de ‘Sálvame’, de un documental hagiográfico sobre Isabel Pantoja, a la que ahora quieren blanquear tras dos décadas machacándola por dinero. 

SONRISAS Y LÁGRIMAS DELUXE

Los problemas de ‘Sálvame’ han provocado alegría en algunas ex del programa como Karmele Marchante, que asegura que «a todos los cerdos les llega su San Martín. Sólo hay que sentarse en la puerta de la casa para ver el desfile de reptiles (Hipatia de Alejandría)».

La periodista catalana ya dejó claro hace tiempo que no guarda buen recuerdo del programa ‘Sálvame’ ni de sus jefes: «El programa tiene una cúpula machista, alquiladora de vientres y explotadora», llegó a decir.

Jorge Javier Vázquez y Kiko Matamoros también han recibido metralla de Marchante: «El enano psicópata y el cocainómano o dejan de hablar de mi o canto. Dos misóginos, maltratadores y ególatras se atreven a mencionarme. Vaya par de desdichados solos y abandonados. A uno le da al alcohol y el otro al polvo. Solos y desdichados».

«Me acaban de avisar que el cocainómano y ladrón de Hacienda está hablando de mí en esa pocilga de basura de Telecinco y el enano psicópata no lo ha parado. Les tengo amenazados que como me mencionen canto», escribió otro día.

LA FÁBRICA DE SÁLVAME

Lucía Etxebarría, que concursó en un reality de La Fábrica de la Tele, tampoco parece tener intención de volver a trabajar con esta compañía: «Hace unos años fui a un concurso de televisión (‘Campamento de verano’). Estuve allí ocho días, y me tuve que ir debido a un problema de salud, que más tarde fue diagnosticado como ‘síndrome de estrés postraumático reactivo’. Es decir, los dos peritos certificaron que había sufrido una experiencia traumática a la que había reaccionado con un cuadro de ansiedad».

«Si la niñatas deseaban pegarme, avisaba a los de las cámaras, decía que me iba a pegar o a insultar, venía y me pegaba una patada, seguida de cerca por las cámaras». Que añadió: «Yo no pude decir que la cocaína corría porque me exponía a una demanda». Se puede decir más alto…