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Elisa Planchuelo y Juan Luis de Mateo, del equipo de Cosmética Koreana, detallan los ingredientes más interesantes que se importan desde Corea del Sur para cuidar la piel de los consumidores
El auge de la cosmética coreana en occidente es fruto de una dedicación única a la belleza en Corea del Sur, donde se combinan ingredientes tradicionales con toques vanguardistas para cautivar a muchas personas en España.
«Nuestros clientes principales son mujeres, pero cada vez más hombres buscan más allá de las estanterías del supermercado para el cuidado facial» explica Juan Luis de Mateo, co-fundador de la marca Cosmética Koreana, quien asegura que «cuando los clientes prueban los cosméticos coreanos, suelen repetir dada la alta calidad percibida del producto».
«Corea del Sur utiliza ingredientes clásicos pero también algunos muy exóticos» afirma Elisa Planchuelo, psicóloga y también fundadora de Cosmética Koreana. «Aunque occidente ya conoce ingredientes como el ácido hialurónico, en Corea trabajan con ingredientes locales únicos como la centella asiática o los extractos de fermentos».
Entre los productos que más llaman la atención en occidente se encuentran ingredientes naturales como la mucina de caracol, el cacao, y la centella asiática, pero en las marcas coreanas también se recurre con asiduidad al uso de ácidos como el salicílico y a vitaminas muy concretas como la niacinamida.
Un cuidado correcto de la piel
Si bien en Corea del Sur es habitual realizar una rutina facial de entre siete y diez pasos, en España y otros países occidentales todavía se recurre a la practicidad. «El tiempo suele ser muy escaso en nuestro día a día, por lo que mucha gente opta por soluciones ‘exprés’ animada por nuestro rápido estilo de vida» remarca Juan Luis. «La mayoría de clientes suele optar por una rutina rápida de entre dos y cuatro productos».
Para mejorar el cuidado de la piel, hay que prestar atención a los ingredientes de los productos en venta. «La mayoría de consumidores conocen si un producto es mejor o peor para la salud en un supermercado», explica Elisa, argumentando que «por desconocimiento, el consumidor baja la guardia con el cuidado facial y puede estar adquiriendo ingredientes sin mayor utilidad que la de reducir el coste del producto para aumentar los márgenes».
Ingredientes con distintos propósitos
Mientras que en Corea del Sur se utiliza la cosmética para potenciar la piel, en los países occidentales se tiende a recurrir al maquillaje para esconder los defectos. «Es peor el remedio que la enfermedad» confiesa Juan Luis, explicando que «si utilizamos ingredientes para camuflar nuestros defectos en vez de para curarlos, las pequeñas heridas e imperfecciones nunca terminan de sanarse».
Otro ejemplo son las cremas solares, un producto estrella durante el verano en España que pasa a un segundo plano con el frío. «Es raro que dejemos de recurrir a la protección solar sólo porque llegue el invierno. El sol sigue emitiendo radiación durante todo el año y es uno de los factores más relevantes en el envejecimiento de la piel.» explica Juan Luis. Los coreanos utilizan la protección solar con asiduidad. «La rutina coreana contempla la protección solar a diario cuando se espera exposición solar, la temperatura no importa», zanja Elisa.
Fuente Comunicae