Es justo y necesario echar a Sánchez del Gobierno de España

Muchos expertos en lingüística coinciden en la idea de que el lenguaje es un instrumento de poder. Las palabras no son inocentes porque ayudan a configurar marcos mentales y Sánchez y sus socios, tanto Podemos como los independentistas y herederos de ETA, lo saben.

Por ello, el presidente del Gobierno tras su nefasta y autoritaria gestión de la pandemia ha establecido un nuevo «mantra» que es la «recuperación justa y rápida» frente, y ahí aparece el marco mental que quiere inocularnos, a las recuperaciones «injustas, lentas y con corrupción» que se producen cuando gobiernan otros partidos diferentes al PSOE.

Pero, ¿realmente la recuperación que puede experimentar España con un presidente del gobierno que es rehén de populistas, independentistas y filoetarras puede ser justa? Rotundamente, no.

Una recuperación no puede obrar según justicia y la razón (tal y como define la Real Academia Española el adjetivo justo) si no hay nadie al mando, si se responde por impulsos y pensando más en la foto y en el tuit que en solucionar problemas reales y si deja atrás a los españoles más vulnerables mientras limita las oportunidades de desarrollo del resto.

La recuperación «justa» de Sánchez supone que, solo entre enero y agosto de 2021, la factura de la luz ha crecido un 29,5% reduciendo la competitividad de autónomos y empresas y extendiendo la pobreza energética entre los españoles.

La recuperación «justa» de Sánchez significa que el Ingreso Mínimo Vital solo llega a la tercera parte de españoles a los que Sánchez prometió ayudar.

La recuperación «justa» de Sánchez implica que el pago del bono social térmico, una ayuda directa a personas vulnerables para el pago de calefacción, agua caliente y cocina, se retrasó casi un año en plena pandemia. Y en 2021, en plena escalada de la factura de la luz, más de lo mismo. Para muestra un botón, sólo en Madrid 139.000 hogares siguen esperando ese pago.

La recuperación «justa» de Sánchez significa poner en marcha unas ayudas para pymes y autónomos, tarde y mal. Mal porque dejan fuera a cientos de miles de autónomos y pymes por el mal diseño de las mismas mientras que las ayudas si llegan a aerolíneas chavistas.

La recuperación «justa» de Sánchez significa que el ritmo de las quiebras empresariales en España es nueve veces más intenso que en la Unión Europea.

La recuperación «justa» de Sánchez conduce a que a la tasa de paro española (14,3%) sea el doble que media de la UE (6,9%), solo es superada por Grecia, y a que un millón de familias tengan a todos sus miembros en paro.

La recuperación «justa» de Sánchez supone engañar a los españoles al fijar en el primer trimestre de 2022 la recuperación del PIB anterior a la pandemia cuando entidades como el Banco de España o el FMI la retrasan a finales del próximo año o a 2023.

La recuperación «justa» de Sánchez supone gastar 80 millones de euros al año en 740 asesores presidenciales mientras aumenta los impuestos a los españoles.

La recuperación «justa» de Sánchez significa abandonar a las víctimas del terrorismo, degradar nuestro sistema educativo, atacar a la justicia y aprovechar la pandemia para vulnerar nuestra Constitución y avanzar hacia el totalitarismo como han puesto de manifiesto las recientes sentencias del Tribunal Constitucional sobre el primer estado de alarma.

Tras poner negro sobre blanco la realidad de la recuperación justa, rápida y social del gobierno lo que sí es justo y necesario es echar cuanto antes a Sánchez de la Moncloa.

(*) Antonio González Terol, vicesecretario general del PP

Antonio González Terol
Antonio González Terol
Político español del Partido Popular; exalcalde de Boadilla del Monte, diputado regional en la Asamblea de Madrid en la VIII, IX y X legislaturas; y ex vicesecretario general de Política Territorial