La gestión pasiva de fondos indexados y el poder del interés compuesto

Para comenzar desde lo básico, recordemos que una tasa de interés es un porcentaje que se aplica como concepto de pago, durante un tiempo determinado. Dicho de otra forma, es el precio que se le da al dinero mismo por un período específico.

Qué es el interés compuesto

En el caso del interés compuesto, este es el resultado de una sumatoria de un capital inicial más nuevos intereses. Se trata de una situación en la que el dinero posee el efecto de multiplicarse, como consecuencia de la capacidad que tienen los intereses de producir nuevos intereses.

Su diferencia con el interés simple

Es diferente del interés simple en que este segundo no suma capital, por lo tanto, no genera nuevos intereses. Eso significa que la ganancia solo va a calcularse sobre el depósito inicial. Es decir, la tasa de interés no varía en absoluto.

Cómo se calcula el interés compuesto

La fórmula para calcular el interés compuesto puede ser complicada de entender al comienzo. Utilizar una calculadora de interés compuesto facilitan el cálculo. Es una ventaja para quienes se están iniciando en el mundo de las finanzas.

El interés compuesto es igual al importe total de capital e interés en el futuro (o valor futuro) menos el importe principal en la actualidad (o valor actual).

IC = [P (1 + i) n] – P

IC = P [(1 + i) n – 1]

Donde:

IC= Interés compuesto

P = Principal

i = tasa de interés anual nominal en términos porcentuales

n = número de períodos de capitalización

Entender cómo funciona el interés compuesto es fundamental para saber de qué manera se está capitalizando el dinero. Bien sea que se quiera comprar acciones, se busque invertir en la bolsa, o que estemos pagando intereses, es esencial vigilar el comportamiento de los mismos. Su impacto es mucho más grande de lo que parece a simple vista, por lo que no hay que desestimarlo.

La gestión pasiva y los fondos indexados

Todo fondo indexado constituye una gestión pasiva. De hecho, los fondos indexados han marcado la tendencia dentro de este tipo de gestión.

La gestión pasiva consiste en seguir las tendencias del mercado, en lugar de intentar batir contra él. Este enfoque en la manera de llevar la gestión de carteras supuso una especie de revolución en su momento, y actualmente marca una tendencia cuando se trata de generar rentabilidad en el largo plazo.

Qué son los índices

Tanto si son de renta variable como si son de renta fija, los índices representan el comportamiento de los mercados financieros. Su concepción parte de la idea o principio de que, si la tendencia de la economía es el crecimiento, luego el mercado —estudiado a través del indicador de su índice— también tenderá al alza.

Fondos indexados

Los indexados son fondos creados con el fin de igualar un índice de mercado determinado. Un ejemplo importante de este tipo de fondo es el índice Standard & Poor ‘s 500. Es conocido comúnmente por su abreviatura, S & P 500.

Los fondos indexados cuentan con buena popularidad, debido a los claros beneficios que ofrecen a sus inversionistas. Entre ellos:

  • bajos costos de gestión;
  • baja rotación de cartera;
  • amplia exposición al mercado;
  • adhesión a reglas o estándares específicos;
  • sus estándares conservan vigencia independientemente del mercado.

¿Por qué es buena idea invertir en fondos indexados?

En tanto que una forma pasiva de administrar fondos, su éxito en parte se basa en que supera a casi todos los fondos de gestión activa.

  • en Estados Unidos la gestión pasiva representa el 40% de la industria de la gestión de activos;
  • los fondos indexados ofrecen comisiones más bajas;
  • ello permite un ahorro de hasta  un 82% en comisiones y otros costes;
  • el 95% de los fondos gestionados no baten en rentabilidad al índice de referencia;
  • gestoras internacionales de prestigio comercializan este tipo de fondos como los Amundi o los fondos Vanguard;
  • se pueden indexar planes de pensiones.

La gestión pasiva, en el caso de los fondos indexados, no requiere de un gran esfuerzo. El ahorro en los costos de operaciones es un aumento directo del ROI.

Lo que debes tomar en cuenta al crear una cartera de gestión pasiva.

Lo más seguro y también lo más práctico es orientarse hacia los fondos indexados que imiten índices globales o de referencia. Los Fondos Vanguard son un ejemplo.

La validez de un fondo indexado radica en su capacidad para replicar el índice que le sirve de referencia. Está claro que en la realidad, no va a hacerlo exactamente igual. Pero es un hecho que cuidar que el margen de desviación con respecto a aquel sea mínimo, es uno de los principales objetivos de cualquier fondo indexado.

¿Qué son los fondos Vanguard?

Vanguard 500 Index Fund es un importante sociedad de gestión de carteras, que maneja en suma más de 500 mil millones de dólares, actualmente. Su fundador, John Bogle, es el creador del primer fondo indexado. Se caracterizan, entre otras cosas, por ofrecer las comisiones más bajas del mercado.

La razón detrás de estas bajas comisiones es que los accionistas externos de Vanguard no son sus propietarios. Cuando hay accionistas externos, por lo general exigen retornos que son cobrados a los clientes a través de las comisiones. Ello tiene, como es de esperar, un impacto negativo en sus intereses. Al ser la compañía propietaria de sus fondos, son a su vez propiedad de sus accionistas directos, es decir: los clientes.

Los tres principios que definen la filosofía de Vanguard son:

  1. Diversificación.
  2. Reducción de costos a su máximo exponente.
  3. Inversión a largo plazo.

¿Cuál es la mejor manera de invertir en Fondos Vanguard en España?

Puedes hacerlo a través de tu banco o a través de un robo advisor. Estos bots facilitan la gestión de tu cartera. Se ocupan de escoger los activos a través de plataformas automáticas. Las decisiones que toman son 100% objetivas. Esto simplifica las tareas que debe tomar un inversor. Esencialmente, le ahorra mucho tiempo.

¿Qué es un robo advisor?

Los robo advisor son bots que han sido programados para hacer inversiones de manera precisa y objetiva. Resulta útil tanto para quienes anteriormente han contratado los servicios de un asesor, como para quienes solían tomar sus propias decisiones financieras.

Su programación es realizada bajo las instrucciones de especialistas en finanzas, por lo que las decisiones están respaldadas. Esto aumenta las probabilidades de favorecer tu inversión.

La inversión con robo advisors comenzó alrededor del año 2008, en los Estados Unidos.Dos de las plataformas más reconocidas, vienen de este país (Betterment y Wealthfront). Otros países como Alemania y Reino Unido también tienen una participación importante en el mercado de robo advisors. En España, los primeros datan del año 2014,y desde entonces han experimentado un crecimiento continuo que se prevé va a mantenerse.

El tema con los robo advisors es que son muy sencillos de utilizar. Simplifican mucho una serie de tomas de decisiones que requerirían investigación y análisis. De ahí su gran atractivo. Sin embargo, es importante que los interesados en invertir con ellos entiendan que utilizarlos no es garantía de su rentabilidad pues, finalmente, las decisiones corren por cuenta del inversor. Es importante conocer y estudiar los riesgos colaterales.

Los principales robo advisors en España son: Indexa Capital; Finizens; Inbestme; Myinvestor; Popcoin; Finanbest.

La importancia de las comisiones en el cálculo de las tasas de interés compuesto

Un error frecuente, pero no por ello desestimable, es la poca importancia que se le da al cálculo del valor real de los porcentajes. Por ejemplo, es común que una comisión de menos del 2% parezca poco, pero cuando se aplica a tus fondos de inversión, realmente sí se está hablando de bastante dinero. Es más sencillo verlo con un ejemplo:

Imaginemos un fondo de inversión de 100.000 € a una tasa de interés del 6% aplicada durante 25 años. Sin comisiones, esos 100 mil se vuelven 430.000 €. Ahora agreguemos al ejemplo el pago de una comisión del 2% que será pagada al gestor. Esos 100 mil ahora solo se convierten en 260.000 €. Los números hablan por sí mismos. Las entidades bancarias obtienen sus ganancias de las comisiones que generan los fondos gestionados.

Hemos visto que las opciones para invertir en fondos índice están entre comprarlos por cuenta propia o acudir a un asistente robotizado, los robo advisors. En el mercado donde se ofertan los fondos indexados, existen distintos porcentajes por comisiones de gestión. Un banco tradicional puede cobrar entre un 2% y un 5% por comisión. En cambio, los porcentajes de los gestores automatizados de carteras siempre están por debajo del  0,50%.