Irlanda sigue sin sumarse al pacto de la OCDE sobre fiscalidad y Bruselas pide dar «tiempo» a Dublín

El ministro de Finanzas de Irlanda y también presidente del Eurogrupo, Paschal Donohoe, ha asegurado este lunes que su país sigue sin sumarse al acuerdo preliminar de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para introducir un tipo mínimos en el impuesto de sociedades de al menos e 15%, mientras que el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, ha pedido dar «tiempo» a Dublín para que tome la decisión «correcta».

En una rueda de prensa conjunta en la capital irlandesa, Donohoe ha explicado que el Gobierno irlandés mantiene el «análisis» que ya le llevó a no firmar el principio de acuerdo alcanzado hace tres meses. «El Gobierno pensaba en julio que no se cumplían las características esenciales sobre certidumbre y predictibilidad y todavía tenemos el mismo análisis», ha dicho.

El ministro irlandés ha subrayado, en cualquier caso, que está «trabajando muy duro» para conseguir un acuerdo final «al que se pueda unir Irlanda»: «Me estoy centrando en ver si es posible que Irlanda se sume, estamos utilizando todas nuestras energías pero todavía estamos un poco lejos», ha admitido.

En este sentido, Donohoe ha explicado que «cualquier decisión que tome Irlanda tendrá consecuencias», así como que sumarse a un futuro acuerdo global sobre fiscalidad influirá en la economía irlandesa y en sus ingresos públicos».

«El punto clave es la habilidad de nuestra economía de crecer, de retener trabajos y crearlos en el futuro y de mantener la competitividad. Esta es la métrica con la que se evaluará cualquier decisión», ha resumido.

A su lado, el comisario Gentiloni ha apuntado que el Ejecutivo comunitario quiere que «todos los Estados miembros se unan al acuerdo», aunque ha añadido que también «respeta totalmente» que Dublín quiera tener «todas las garantías y detalles antes de afrontar este reto tan importante».

«No solo es algo que respetamos sino que también entendemos perfectamente», ha remarcado , para después reconocer los esfuerzos de Donohoe para «seguir en el proceso» al mismo tiempo que «defiende el modelo económico» de Irlanda.

El responsable de la cartera económica de la Comisión Europea ha dicho que su visita a la capital irlandesa no tenía la intención de «persuadir» a Dublí y ha indicado que «es el momento de cooperar, continuar con el diálogo y dar tiempo al Gobierno irlandés para que tome la decisión correcta para le interés de sus ciudadanos».

Bruselas, ha recordado Gentiloni, defiende que un acuerdo sobre la fiscalidad de las multinacionales es necesario «tras una crisis tan dramática» porque «ayudaría a dar estabilidad y predictibilidad a los sistemas fiscales globales».

El comisario ha confesado ser «bastante optimista» con respecto a las posibilidades de que el principio de acuerdo se convierta en un pacto definitivo en las próximas semanas y también ha afirmado que no contar con Estados Unidos en él será un «sinsentido». Donohoe ha compartido esta última apreciación del italiano y ha asegurado que la participación de Washington es «esencial» para que se alcance un acuerdo.

Además de Irlanda, Estonia y Hungría tampoco firmaron el pacto preliminar alcanzado el pasado 1 de julio para crear un marco global armonizado de la fiscalidad emrpesarial que incluya un tipo mínimo de al menos un 15%.