Airbnb insta a la UE a realizar un planteamiento comunitario de los alquileres cortos

El vicepresidente senior de Políticas Públicas y Comunicación de Airbnb, Chris Lehane, ha instado a la Unión Europea a coordinar su labor tanto en la Ley de Servicios Digitales como en un planteamiento a escala comunitaria de los alquileres de corta duración.

Lo ha dicho este viernes en una carta abierta destinada a dirigentes y miembros de la UE, en la que ha recordado que el momento actual es «una gran oportunidad para que la recuperación de los viajes sea segura, sostenible y beneficiosa para el conjunto de la población».

Lehane se ha felicitado por el anuncio de la Comisión Europea de realizar una consulta prevista para finales de este mes sobre la creación de una normativa específica para los alquileres destinados a estancias cortas.

Ha explicado que la normativa sobre los alquileres de corta duración en toda la UE «proporcionará una directriz más estable y coherente a los gobiernos y un respaldo a las comunidades» tras la pandemia, y que será beneficiosa para las personas que comparten sus viviendas.

IDEAS SOBRE VIAJES

Lehane ha apuntado tres ideas sobre viajes y que considera necesario que se tengan en consideración a la hora de plantear la consulta.

La primera es que «los viajes tienden hacia una mayor dispersión», es decir, que los viajeros escogen cada vez más destinos rurales, que han pasado de ser el 40% en el primer semestre de 2019 a el 60% en el mismo periodo de este año.

Además, asegura que «la línea que separa el trabajo, los viajes y la vida es cada vez más fina», lo cual facilita vivir y trabajar desde cualquier lugar y realizar reservas más largas, como demuestra que más de la mitad de las noches reservadas en la plataforma fueron de una semana de duración como mínimo.

Por último, señala que los alquileres son una «fuente de beneficio» para los europeos y calcula que los nuevos anfitriones con un solo anuncio en la plataforma de Airbnb facturaron 60 millones de euros de enero a junio de 2021.

Los alquileres cortos también son una fuente de riqueza para las ciudades, ya que la empresa calcula que por cada 1.000 huéspedes en Madrid se sostienen 8,5 empleos y que por cada 100 anuncios en Barcelona se contribuye a mantener 23 puestos de trabajo, según datos de Oxford Economics.