Glovo se refugia en África mientras sus ‘riders’ se quejan en España

Glovo ha decidido poner pies en polvorosa y apartarse del mercado nacional tras la entrada en vigor de la denominada ‘ley rider’. El destino ha sido África, donde la compañía catalana quiere seguir expandiéndose. Mientras, en España, sus ‘riders’ continúan con una huelga que ya está haciendo tambalear su modelo de negocio.

Desde que entrase en vigor la ‘ley rider’ el pasado 12 de agosto. Esta norma, consensuada con los sindicatos y la patronal, recoge varios puntos en favor de los ‘riders’. Lo más importante, con esta ley se reconoce la relación laboral entre la empresa y sus trabajadores. La intención por parte del ministerio que lidera Yolanda Díaz era que los ‘riders’ dejasen de ser falsos autónomos y se convirtiesen en trabajadores por cuenta ajena, con los derechos sociales que esto implica.

Sin embargo, nada de todo esto ha sucedido aún. En el caso concreto de Glovo, decidió hacer oídos sordos a lo que dictaminaba la ley y contratar solo a una parte de su flota. Poniéndole cifras, la empresa catalana debería contratar a 12.000 ‘riders’, pero solo les hará contrato a 2.000. El resto seguirán siendo autónomos.

Sin embargo, para poder hacer ver que no existe relación de dependencia entre la empresa y los autónomos, Glovo decidió cambiar las condiciones de trabajo. Ahora les permite conectarse a la aplicación a la hora que deseen, rechazar pedidos, subcontratar a su vez a otros trabajadores para que repartan en su lugar y les dará cierta libertad para decidir sus tarifas de reparto.

A 6.000 kilómetros de ESPAÑA, Glovo intenta lavar su cara en África

Hasta que Inspección de Trabajo no tome cartas en el asunto, Glovo seguirá operando libremente con este modelo que, según afirman algunos abogados, no se ajusta a lo que dicta la ley. En protesta, los ‘riders’ de la empresa llevan más de una semana haciendo paros intentando hacer escuchar su voz.

AMPLIA SU PRESENCIA EN ÁFRICA

Mientras todo esto ocurre en España, a más de 6.000 kilómetros de aquí Glovo intenta lavar su cara y refugiarse en diversos países africanos. Ahora ha querido acelerar su inversión aquí extendiendo su actividad en Ghana y próximamente lanzará su servicio en Túnez, llevando así su actividad a un total de siete países en el continente africano.

Con esto, se estima que tras estas operaciones más de 6,5 millones de personas podrán acceder a la aplicación de Glovo. Pero no se queda aquí, durante los próximos 12 meses pretende duplicar su inversión en el país africano hasta los 50 millones de euros con el objetivo de ampliar el servicio en los países en los que ya está presente y abrir en otros nuevos.

Estas son las aspiraciones de la compañía, sin embargo, tampoco durarían en hacer la clásica ‘donde dije digo, digo Diego’ y salir pitando del país. Ya hizo esto en Latinoamérica el año pasado, cuando vendió sus operaciones a Delivery Hero. Veremos si este lavado de cara en África le es suficiente para sofocar el incendio que tiene en España. La sombra de Deliveroo aún sobrevuela a las empresas de comida a domicilio.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo