Harina de gusano y de grillo… el futuro de la alimentación pasa por los insectos

¿Hacer pan con harina de gusano? ¿O un rebozado con harina de grillo? Estas ideas que hace unos años sonaban impensables cada vez están más cerca. La escasez de alimentos comienza a ser una preocupación real. Esto, unido al cambio climático, hace que el consumo de insectos sea la mejor opción para el futuro cercano. Ya hay granjas de insectos y empresas que comienzan a comercializar estos alimentos.

Los insectos suponen el 80% del reino animal, lo que les hace una vía muy suculenta para experimentar de cara a futuro. Uno de los principales problemas por lo que el consumo de estos seres vivos se ve como el futuro para todo el planeta es por las predicciones de escasez de alimento. Se prevé que en 2050 la necesidad de alimento haya crecido un 70%. Es por eso que, desde hace un tiempo, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura lleva advirtiendo a los gobiernos de todo el mundo que la situación actual es insostenible

Por otro lado, no se puede obviar el hecho de lo que repercute para el medio ambiente la producción de carne. Además, también salen ganando sobre los desperdicios. Aunque popularmente se dice que del cerdo se aprovechan hasta los andares, la realidad es que solo consumimos el 50% de su cuerpo.

Unos porcentajes parecidos los encontramos en el resto de animales como las aves o la ternera. Sin embargo, en el caso de los insectos, se puede llegar a comer hasta el 80% de los mismos. Todo esto hace que los insectos se puedan convertir también en un instrumento para combatir el cambio climático y evolucionar hacia un sistema alimentario mucho más sostenible.

El 19% de los españoles comería insectos si fuese una dieta respetuosa con el medio ambiente

GRANJAS DE INSECTOS

Aunque en occidente aún hay mucha reticencia a la hora de consumirlos, en otros países de diversos continentes, como México o China, son un alimento más de su dieta. Los expertos consideran que una pieza fundamental para poder incorporarlos a la dieta española es cambiar nuestra percepción sobre ellos y el bloqueo mental ante su consumo.

Al parecer estas ideas ya están cambiando. Poco a poco se están haciendo un hueco dentro de España. Según el último Observatorio Nestlé, el 19 % de los ciudadanos de nuestro país estaría dispuesto a comer insectos si eso les permitiera llevar una dieta más respetuosa con el planeta. Aunque con un pero, sin que se noten.

Además, como criadero es una actividad muy rentable. Frente a las grandes superficies y las enormes cantidades de agua que requieren animales como las vacas o los cerdos, los insectos necesitan muy poca superficie. Además, tampoco necesitan muchos recursos para ser alimentados, ya que pueden nutrirse de cualquier materia orgánica.

Es por eso que ya hay personas que han decidido adelantarse y crear sus propias granjas o productos realizados a partir de estos seres vivos. Un ejemplo del primero es Just Bugs, una empresa ubicada en Teruel que está en proceso de construir una granja de gusanos para consumo humano. Una vez esté hecha y haya empezado a fabricar, está previsto que comercialicen harina de gusanos. Otro ejemplo es Trillions, que comercializa barritas energéticas de harina de grillo.

Puede que los insectos sean el superalimento del futuro. No se puede negar que son una fuente muy importante de proteína, por encima de la que proporciona la carne por cada 100 gramos. Sin embargo, aún queda mucho camino por recorrer en los que Europa debe aprobar su consumo y comercialización. Por otro lado, más del 80% de la población de nuestro país todavía sigue sin ver a esos pequeños animales como comida. Por el momento, los supermercados no los han incorporado a sus lineales, eso nos da margen para familiarizarnos con ellos.

Lidia Vega
Lidia Vega
Redactora de economía y empresas especializada en Distribución, Alimentación y Consumo