‘Reyes de la noche’: retrato de una España sin civilizar que dormía con García y De la Morena

Adolfo Valor y Cristóbal Garrido han demostrado una valentía que roza lo kamikaze al haberse atrevido a intentar trasladar el espíritu de las medianoches deportivas de la radio de los noventa a una serie televisiva para Movistar +.

‘Reyes de la noche’, que así se llama esta ficción con aciertos y alguna laguna, está protagonizada por Javier Gutiérrez, alter ego de José María García, y Miki Esparbé, que intenta lo propio con José Ramón de la Morena.

23 AÑOS DE COMBATE: «OTRA FORMA DE ENTENDER EL PERIODISMO»

Carlos Bustillo ejerce de sombra de José Ramón de la Morena desde hace 32 años. El productor de ‘El Transistor’ de Onda Cero ocupó el mismo cargo en ‘El Larguero’ de la Cadena SER, que comenzó a competir contra el topoderoso García en 1989, alcanzó el liderazgo en 1995 y vio como su competidor se jubilaba en 2002.

Bustillo mira atrás recuerda a preguntas de Merca2.es que «aquel estrés y aquella tensión entre ambos programas es difícil de describir. No existían los teléfonos móviles y vivíamos una lucha continua para cazar al protagonista del día los primeros: a las doce de la noche. Nosotros al principio lo teníamos muy difícil porque empezábamos contra el entonces ‘rey de la noche’, que llevaba ejerciendo el cargo desde finales de los 70 con ‘Hora 25′».

«Y habíamos llegado hasta ahí porque Alfredo Relaño (jefe de Deportes de la SER) creyó en Joserra, que funcionaba muy bien en un programa a las tres de la tarde que hacía solo para Madrid, y lo puso al frente de las noches deportivas contra García. Es cierto que desde el primer mes hubo lío con él porque De la Morena dio una versión del lanzamiento de una bengala en un Brasil-Chile que a García no le gustó y dijo algo así como ‘este advenedizo…’. Mi jefe no se calló y este hecho le costó ser apartado de las noches de la SER a final de la temporada», añade.

García
Carlos Bustillo. 

De la Morena estuvo un año fuera de la antena y regresó en la 91-92, explica su mano derecha: «Los siguientes años los seguimos viviendo en tensión: llamábamos a la gente para entrevistarla y nos decían que tenía apalabrado estar con García, que utilizaba sus artimañas. Es cierto que tanto García como De la Morena han reconocido que no fueron buen ejemplo y echando la vista atrás no tiene sentido algunos ataques personales e insultos. Ahora se ven las cosas de otra forma y entonces había otra forma de entender el periodismo».

Cierto es que la sangre no llegaba al río entre los ‘cuadros medios’: «Yo tenía muy biena relación con Javier Herráez, que luego ha trabajado con nosotros; con ‘Pipi’ Estrada; y con el recordado Ernesto López Feito», recuerda.

¿Cuáles fueron los grandes hallazgos de García? Bustillo los tiene claros: «Yo cuando tenía 12, 13 o 14 años escuchaba todas las noches a García y soñaba con ser periodista. Él movía lo que ahora nadie imagina. Era muy trabajador y se había convertido en un periodista insaciable en la búsqueda de la noticia. Y fue un pionero. ‘Inventó’ los inalámbricos en el fútbol y se volcaba con la Vuelta Ciclista a España: metió emisoras en los coches de los directores, dedicaba muchísmo tiempo a los finales de etapa y convirtió la competición en muy atractiva para el resto de medios.

«SUCIO A RATOS»

El estreno de ‘Reyes de la noche’ ha provocado que Radio Marca lance una serie de pocast bajo el título ‘Saludos cordiales’. En la primera entrega de este proyecto, firmado por Pablo Juanarena, Juan Antonio Alcalá reconoce que «había guerras y tensión, pero también que era periodismo en estado puro, que tenías la noticia y el personaje a las doce en punto y que había una legión de oyentes detrás. No había Netflix, no había HBO, no había ‘El Chiringuito’, no había aplicaciones móviles… no había todas las alternativas de ocio que hay ahora y la radio era la rehostia».

Alfredo Relaño explica que aquel combate mediático «fue sucio a ratos, demasiado encarnizado, pero fue bueno. No creo que se pudiera repetir: es otra época y somos todos mucho más civilizados». Y ‘Pipi’ Estrada reconoce que entre García y De la Morena «había una tensión competitiva y profesional, pero también una tensión personal, de ver quién la tenía más larga».

Cierto es que nunca llueve a gusto de todos y Luis Herrero ha lanzado una columna en defensa de su amigo José María García. El locutor de Es Radio dice que conoce «las virtudes y los defectos de José María García lo suficientemente bien como para poder afirmar que el retrato que se hace de él en ‘Reyes de la noche’ es una vil patraña. Puestos a entrar en el juego de coloquialismos que propone la serie, una puta mierda».

Herrero, que debiera saber que ‘Reyes de la noche’ simplemente se inspira en el combate noventero (no lo intenta reproducir) explica que en el arranque de la serie «el supuesto García descuelga el teléfono y le dice al director general de la emisora -trasunto de la SER- que o le mejora el contrato o se larga con todo su equipo a la competencia. Instantes antes airea los trapos sucios de la vida privada del seleccionador nacional de fútbol, insensible al cáncer de su esposa, despreciando los escrúpulos morales de un José Ramón De la Morena a quien la serie convierte en su mano derecha, a pesar de que nunca lo fue».

«Aún no han transcurrido ni cinco minutos de proyección y el espectador ya tiene suficientes elementos de juicio para catalogar al sujeto que tiene delante como a un ególatra sin escrúpulos que pierde el culo por contratos millonarios. La realidad fue muy distinta», asegura.

Polémicas aparte, ‘Reyes de la noche’ ha conseguido que se ponga el foco sobre una intensa etapa del sector mediático español en el que hubo tantos excesos como buenos ejemplos del periodismo de altura. Y es que hay que volver a la manida frase: García y De la Morena publicaban lo que el poder deportivo no quería que se publicara.