Caixabank prepara productos a medida a sus clientes para evitar fugas

Caixabank está acelerando la integración de Bankia para minimizar la pérdida de clientes. Así, la entidad catalana ya trabaja con los datos de los usuarios de la firma absorbida con la intención de proporcionarles una oferta comercial a medida para mantener su fidelidad. Un movimiento defensivo que ha arrancado recientemente con la intención de frenar la ofensiva de algunos de sus competidores como Bankinter, BBVA o Banco Santander.

El plan del presidente, José Ignacio Goirigolzarri, y el consejero delegado, Gonzalo Gortázar, es reducir considerablemente los tiempos para ejecutar la fusión. De hecho, el banco apenas tardó 24 horas en eliminar el emblemático logo de Bankia de las Torres Kio. Una semana más tarde ya había desaparecido la imagen corporativa de la firma absorbida del resto de edificios corporativos. Por último, apenas se ha dado un plazo de nueve semanas para ejecutar los cambios de rotulación interior y exterior de toda la red de oficinas de la antigua Caja Madrid, entre otras muchas cajas, así como la personalización de la imagen de los cajeros.

El tiempo es oro. Por ello, Caixabank también ha empezado a moverse de forma rápida para llegar a los clientes de la firma absorbida. De hecho, a lo largo de la semana pasada comunicó a dichos usuarios que había acometido cambios funcionales que les afectaban directamente. Uno de ellos, es que el servicio de Atención al Cliente ya se ejecuta a través de los canales de la entidad catalana, de hecho, el correo que aparece en la propia página de Bankia redirige directamente al que mantiene abierto el banco catalán.

CAIXABANK TRABAJA PARA OFRECER PRODUCTOS A LOS CLIENTES DE BANKIA

Pero el cambio más importante es que la firma ya está trabajando con los datos de los usuarios de la entidad absorbida. En concreto, el mensaje enviado por Bankia señala que «para determinadas actividades, CaixaBank y las empresas del Grupo Caixabank tratarán conjuntamente sus datos». Un empleo que contiene entre los principales aspectos esenciales el de realizar actividades comerciales o vigilar la solvencia de cada uno de ellos.

Así, a través del link que se les ofrece a los usuarios en el mensaje se llega a las tres áreas claves en las que se está efectuando ese tratamiento conjunto de los datos. En primer lugar, aparece una serie de apartados bajo el epígrafe «actividades comerciales» como son: el análisis de los datos personales para la elaboración de perfiles que ayude a la entidad a ofrecer productos personalizados. A su vez, una «oferta comercial de productos y servicios por los canales seleccionados».

Aunque la entidad explica a MERCA2 que la oferta de productos nuevos que saque próximamente no distinguirá entre clientes de una u otra entidad e irán destinados a todos ellos. Además, que las futuras modificaciones en algunos de los productos contratados por los clientes de Bankia serán mínimas y que se avisarán en tiempo y forma según los requisitos exigidos por la ley.

La utilización de los datos con fines de ampliar la oferta comercial va más allá de la propia Caixabank. Así, cerca de una decena de empresas del grupo también están trabajando con ellos de cara a ampliar su base de clientes. Entre ellas, destaca el banco digital del conglomerado, Imagin, su gigante asegurador, Vidacaixa, y otras firmas menos conocidas como CaixaBank Payments & Consumer, CaixaBank Equipment Finance o Promo Caixa.

Además, Caixabank advierte de que también puede darse «la cesión de datos a empresas que no forman parte del Grupo». Para dar soporte a esa nueva oferta comercial, la entidad también señala que el tratamiento conjunto de los datos implica «realizar el análisis de la solvencia y la capacidad de devolución de los solicitantes de productos que impliquen financiación».

BANKINTER, BBVA… LA COMPETENCIA SE MUEVE

En última instancia, Caixabank señala que utilizará los datos también para «cumplir con las normativas aplicables» como son la de prevención de blanqueo de capitales y financiación del terrorismo; la tributaria; las obligaciones derivadas de las políticas de sanciones financieras internacionales y la gestión de operaciones de crédito y la consulta y comunicación de riesgos.

La política de la entidad busca adelantarse a sus competidores que ya han empezado a moverse para robar clientes insatisfechos. Uno de los más activos es Bankinter. De hecho, la consejera delegada de la entidad naranja, María Dolores Dancausa, señalaba el pasado mes de enero que «cuando se anuncia una fusión es una oportunidad, porque hay clientes a los que les gusta que las entidades les hagan más caso del que le pueden hacer otras que en este momento tienen otras prioridades». Un aviso de que la firma estaba dispuesta a plantar batalla.

Dicho y hecho. Así, Bankinter ha esperado a que tanto Caixabank como Unicaja hayan dado luz verde a sus respectivos procesos de fusión para lanzar una agresiva campaña publicitaria. Bajo el nombre de «Promesas cumplidas» la entidad naranja pretende llegar, al menos de momento, hasta Madrid, Burgos y Murcia con el objetivo de desvincular su imagen de los estereotipos relacionados con las entidades bancarias. Su mayor golpe de efecto ha sido desplegar en la fachada del Círculo de Bellas Artes de Madrid un enorme cartel con el lema: «¿Cumplir promesas nueve años seguidos? Algo al alcance de muy pocos» con el que ha dado la bienvenida a su maniobra.

BBVA también ha dado un paso adelante, aunque no tan ambiciosa. Así, la entidad que preside Carlos Torres ha dado prioridad a una campaña para promocionar su ‘Cuenta Online sin Comisiones’ con la que pretende captar nuevos clientes enfocados al ámbito digital. Por su parte, Banco Santander sigue con su plan para expandir su proyecto ‘One’ y hacerlo llegar a más personas.

Pedro Ruiz
Pedro Ruiz
Colaborador de MERCA2