Cuidado con la contaminación visual, puede hacer que tus clientes salgan de tu web

santander autonomos

En el último año se cuentan por miles los autónomos que han decidido dar el salto definitivo hacia la transformación digital. Muchos de ellos han encontrado en el mundo online la mejor forma de capear la crisis y poder seguir trabajando incluso en los momentos más complicados de la pandemia. No obstante, no todos consiguen buenos resultados con su web, y en muchos casos la contaminación visual es la causante.

Porque para muchos autónomos el proceso de digitalización ha sido tan rápido que casi no han podido adaptarse y están aprendiendo sobre la marcha. Es posible que en marzo del año pasado no tuvieran ni siquiera una web y hoy en día estén vendiendo productos y servicios a través de su propia página. Esto implica que hay cosas que no se están haciendo del todo bien, pero tienen solución.

La contaminación visual es la enemiga de las ventas

A la hora de crear una página web para vender, una de nuestras máximas preocupaciones es que todo quede bonito y lo suficientemente atractivo como para que el visitante quede “atrapado” y acabe comprando. Pero no por poner más cosas vamos a conseguir el resultado buscado. De hecho, podemos conseguir justo lo contrario.

Hablamos de contaminación visual cuando al entrar en una web nos encontramos tanta información que no sabemos muy bien cómo procesarla. De un simple vistazo vemos que tenemos datos sobre varios productos, hay muchas imágenes, letras de diferente tamaño, colores de todo tipo, etc.

contaminacion visual sobrecarga web

Todo esto hace que no seamos capaces de centrar la atención en nada. Y la consecuencia directa de todo esto es que nos damos por vencidos y abandonamos la web en busca de otra en la que nos resulte mucho más fácil encontrar la información o los productos que queríamos.

Por tanto, debemos tener mucho cuidado con la contaminación visual, porque puede ser la principal responsable de que las visitas que llegan a nuestra web no conviertan. Incluso puede estar detrás del aumento de la tasa de rebote (usuarios que entran en la página y salen de ella rápidamente).

Hay que mejorar la experiencia del consumidor

Cuando creamos una tienda online debemos pensar como si estuviéramos creando una tienda física. En un establecimiento abierto al público pondríamos los artículos más atractivos en el escaparate, organizaríamos los productos con un criterio lógico, y no pondríamos nada en mitad del pasillo que pudiera entorpecer el movimiento de los visitantes.

Pues en una página web debemos actuar de la misma manera. Todo debe estar diseñado y el contenido ordenado de tal forma que al visitante le resulta fácil desplazarse por todo el contenido de la tienda online y llegar justo a lo que necesita.

Es importante que el visitante sepa en todo momento dónde está, de dónde viene y a dónde quiere ir.  Este camino se le debe hacer lo más sencillo posible.

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Por ejemplo, si tenemos una tienda online de ropa deportiva, debemos asegurarnos de que una mujer que busca calzado para running pueda encontrar esa sección de forma casi inmediata según entra en la web.

Porque si esa consumidora tiene que perder más de dos minutos en localizar donde están los productos que le interesan, seguramente se vaya a otra tienda online.

Luego veremos que la arquitectura de capas nos puede ayudar. Pero lo que está claro es que cuantas más cosas haya en la web (más contaminación visual) más difícil resultará encontrar aquello que se está buscando. Por eso, conviene actuar con moderación y dosificar la información que se desea dar al internauta.

Evitar la contaminación visual con la arquitectura de capas

Las tiendas online suelen tener catálogos muy amplios y quieren ofrecer mucha información, lo que puede dar lugar a caer, incluso sin quererlo, en la contaminación visual. Por eso, lo mejor es usar la arquitectura de capas para estructurar bien el contenido.

Lo vamos a hacer basándonos en un criterio de jerarquía. Cuando un posible cliente entra en una ficha de producto debe ver rápidamente la información básica sobre el mismo, esto incluye una buena descripción, fotografías y el precio. Además, debe tener siempre delante el botón de comprar.

Así permitimos que el consumidor funcione exactamente igual que en una tienda física: ve un producto, lo mira, le gusta, consulta el precio, le convence, decide comprarlo. Si lo hacemos bien conseguimos que, de un solo vistazo, el visitante tenga delante el producto que estaba buscando, se informe sobre él, sepa cuánto cuesta y cómo puede comprarlo.

arquitectura de capas para web

Cuanto más fácil se lo pongamos más rápido se desplazará por el embudo de ventas, y antes conseguirás la conversión.

A muchos consumidores les basta con la primera capa para decidir. Pero como tienes mucha información que mostrar en tu e-commerce, tú debes seguir trabajando otras capas. En la segunda puedes aportar mayor información sobre el producto. Datos más técnicos que generalmente solo consultan quienes tienen más dudas sobre si comprar o no. En esta misma capa puedes mostrar productos que puedan sustituir al que se está mostrando. Así, si al visitante no le convence lo que ve, puede mirar otras alternativas.

Por último hay que incluir una tercera capa con comentarios y opiniones de los usuarios y también con productos que se suelen comprar junto con el que el visitante está mirando en ese momento.

Con la arquitectura de capas evitas la contaminación visual y, a la vez, consigues guiar al consumidor a lo largo de todo el funnel de ventas. Dándole en cada momento la información que necesita, pero siempre bien ordenada.

Este diseño lo puedes aplicar en todas las fichas de producto, pero también es importante organizar bien la información en el resto de la web. Para ello es necesario que el contenido esté repartido en diferentes secciones que sean fáciles de localizar. Luego, dentro de cada sección, puedes crear diferentes subsecciones.

Siguiendo con el ejemplo de la tienda online de moda deportiva, en tu página principal puedes tener un enlace a la categoría de calzado, y desde allí subdividir en calzado de hombre y calzado de mujer. Dentro de cada género puedes establecer subcategorías atendiendo al tipo de deporte (running, tenis, fútbol, etc.), e incluso dentro de cada deporte puedes volver a subdividir por marcas. Esto evita que el visitante vea mucha información junta a la vez y le permite encontrar rápidamente lo que buscaba.

Mayka J.
Mayka J.
Jurista por formación y escritora por vocación. Llevo más de diez años dedicada al mundo de la redacción con especialidades como Derecho, pymes, autónomos, emprendimiento y marketing digital.