Esa primera escapada al campo a caminar, a respirar, a sentir el sol en la piel; ese primer fin de semana fuera de la capital, en una casa rural de la provincia, con los sonidos del bosque; esa comida típica en un restaurante de un pueblo cercano…Sí, todo con cita previa y perfectamente planificado, mascarilla y guantes incluidos. Pero se intuye la luz al final del túnel. La desescalada será gradual, precisamente por eso los destinos de interior y el turismo rural escalan posiciones en una oferta vacacional que, pese a la incertidumbre, nos devolverá a nuestros orígenes.
Mientras que en la Fase 0 de la desescalada, iniciada este lunes, no se podrá viajar más allá del municipio excepto por trabajo u otra causa justificada, en la fase 1, que comienza el próximo lunes 11 de mayo, la restauración y hoteles volverán a la actividad, con la apertura de terrazas con limitaciones de ocupación hasta el 50%, en el caso de la hostelería, que podrá servir comida a domicilio y contará con un horario preferente para mayores.
El ‘Plan para la transición hacia una nueva normalidad’ establece que, a partir del 11 de mayo, los alojamientos turísticos, entre los que se incluyen las casas rurales, puedan abrir sus puertas. Eso sí, sujetas a restricciones como, la prohibición de usar las zonas comunes y, también con bares con terraza, al 30% de la ocupación. También estará permitido el turismo activo y de naturaleza, para grupos limitados.
¿Cómo será la vuelta a la normalidad de las casas rurales? “A pesar de que nuestras expectativas para la temporada son muy buenas, lo cierto es que, aunque las reservas puedan empezar a llegar en mayo, se harán para junio e, incluso, julio” ha asegurado en declaraciones a la publicación Autónomos y Emprendedores, Ana Alonso, directora de comunicación y relaciones institucionales de Escapada Rural, una plataforma que aglutina a miles de casas rurales por toda España.
Además, los “empresarios del sector continúan en una situación de angustia, para muchos, la puesta en marcha de una casa rural es una apuesta personal y van a empezar con la actividad habiendo perdido varias de las semanas claves para el sector, como son la Semana Santa y el puente de principios de mayo”, concluye.
DE VACACIONES AL PUEBLO
Los alojamientos rurales pueden resolver la papeleta a esa primera fase del turismo, que necesariamente será de interior. No en vano, el Ministerio de Agricultura ha puesto su maquinaria a funcionar y ha anunciado la licitación de la campaña publicitaria de la Red Rural Nacional (RRN). Se trata de campañas de comunicación de la red rural nacional que cuenta con 500.000 euros para su ejecución y mantiene abierto el plazo hasta finales de mayo de 2020.
El tipo de turismo que predominará este año beneficiará a los pueblos y espacios rurales tras largos meses de ciudadanos confinados y aislados en entornos urbanos. Tanto es así, que el turismo rural se alza como única alternativa para abandonar la monotonía de las ciudades.
REAPERTURA DEL CANAL HORECA
Son muchos los sectores que observan con preocupación y ansiedad el efecto que tendrá la reapertura del canal horeca íntimamente ligado a la reactivación del turismo en muchos casos. Hostelería de España, organización empresarial que representa a más de 270.000 restaurantes, bares, cafeterías y pubs del país; AECOC, asociación empresarial que integra a más de 30.000 fabricantes y distribuidores; y FIAB, Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas, que agrupa al primer sector industrial del país con más de 30.000 empresas y casi 500.00 trabajadores, representan a algunos de esos sectores que dependen de la viabilidad de desescalada.
Por su parte, el director general de FIAB, Mauricio García de Quevedo, ha subrayado que “la hostelería es clave para el conjunto de la economía española y también para la industria de alimentación y bebidas. La facturación al canal horeca de algunos de nuestros sectores en algunos casos llega al 80%». Las tres entidades representantes de estos gremios, que integran toda la cadena de valor de la hostelería, en conjunto suponen algo más del 29% del PIB y emplean a cerca de 7 millones de trabajadores.
ENOTURISMO Y RUTAS GATRONÓMICAS
Aunque la movilidad durante la desescalada impida traspasar las fronteras provinciales, cualquier escapada será bien recibida. La vuelta al ocio en el exterior es casi ya una necesidad. Cualquier actividad al aire libre y apartada de los núcleos urbanos con grandes concentraciones, como las que se observan en los últimos días durante algunas de las franjas horarias habilitadas para el paseo, la compra, la salida de mascotas y el deporte, invita a salir pitando hacia opciones más seguras. Y la desescalada abre nuevas oportunidades al ingenio del que el sector tendrá que echar mano para sobrevivir a la pandemia.
Otra de las salidas a la profunda crisis, por ejemplo, de las bodegas, se encontraría también en el turismo nacional. Según el director general de la Federación Española del Vino (FEV) se trabaja en un plan de reactivación del enoturismo dirigido al Ministerio de Agricultura, con el objetivo de impulsar -cuando las restricciones de movilidad se flexibilicen y se permitan los viajes interprovinciales- las visitas a bodegas. El aislamiento en el medio rural de estas instalaciones aleja el riesgo que implican las concentraciones de personas.
Por calidad, cantidad y prestigio, el matrimonio vino-hostelería, una de la señas de identidad de la marca España, se merece un plan acorde a su peso específico y repercusión en la imagen de nuestro país. En paralelo, las rutas gastronómicas, siempre en el marco de horarios restringidos y aforos reducidos, sería otra de las opciones que acelerar el turismo rural. El primero y previo a la llegada de los turistas extranjeros tras la apertura de fronteras, que serviría de ensayo para corregir y perfeccionar las medidas de esa «nueva normalidad» que nos acompañará algún tiempo.
