Cómo soldar aluminio

Cuando tenemos que soldar aluminio, la mejor forma de hacerlo es mediante la utilización de la soldadura TIG, un método muy efectivo y eficaz que además nos permite realizar soldaduras de gran calidad y con unas terminaciones fantásticas. Nuestro objetivo va a ser el de explicaros las pautas básicas que os permitirán aprender a soldar aluminio con soldadores de aluminio de calidad.

Que necesito para soldar aluminio

Para soldar aluminio, lo primero que tenemos que hacer es adquirir un equipo completo con el que realizar este proceso, el cual deberá estar compuesto por:

  • Soldador TIG: mejor si es inverter, ya que pesa y consume menos.
  • Antorcha TIG: cuyo largo dependerá de vuestras necesidades en función del tipo de tarea que vayáis a realizar.
  • Piezas para la antorcha: la antorcha también necesitará las piezas como pinzas, difusor, cabezal, buza y tapón.
  • Regulador: es la pieza que nos permitirá regular la salida de gas.
  • Gas: podremos utilizar argón o helio, aunque hay otras alternativas más económicas que mezclan estos gases con otro adicional.
  • Electrodos: deberán ser de tungsteno.

Adicionalmente, también se pueden adquirir otras piezas y elementos que ayudan a realizar trabajos más específicos, pero con estos que os hemos indicado, tendremos lo necesario para empezar.

Proceso para soldar aluminio

Para hacer soldadura de aluminio, deberemos seguir estos pasos:

  • Nos equipamos con las gafas y todos los medios de seguridad necesarios y comprobamos que vamos a trabajar en un entorno limpio y sin materiales inflamables.
  • Limpiamos las superficies a unir. Es muy importante que no queden restos de óxido o elementos que puedan alterar la soldadura, de manera que en este caso, lo mejor que podemos hacer es utilizar cepillos de acero y productos especialmente formulados para eliminar el óxido.
  • Precalentaremos las piezas por la zona a soldar hasta unos 176 ºC, para lo cual utilizaremos la pistola de gas.
  • Juntamos las piezas exactamente como queremos que queden. Aquí tenemos que apretar bien para que el trabajo sea sólido.
  • Ajustamos el amperaje y la válvula de gas, además de asegurarnos de que hemos colocado la varilla de tungsteno en la pinza.
  • Ahora ya podemos comenzar con la soldadura. Recuerda que lo ideal es inclinar el electrodo a unos 45 grados con respecto a la horizontal.
  • Es muy importante que distribuyamos adecuadamente el líquido que hemos generado, de manera que acceda bien por el interior de la junta.

Recuerda que las primeras veces habrá que tener bastante paciencia hasta conseguir un buen resultado.

En cualquier caso, lo recomendable es empezar con soldaduras sencillas, y poco a poco ir ampliando y realizando otras más complejas y sólidas, ya que cuando consigamos adquirir la experiencia necesaria, podremos hacer trabajos totalmente profesionales.

Esto es todo lo que debemos saber acerca de cómo soldar aluminio, y aprovechamos para recordaros que la soldadura TIG nos permite unos acabados fabulosos, ideales para piezas vistas en las que queremos calidad y terminación, pero también es cierto que va a requerir un poco de práctica, por lo que vale la pena que nos pongamos manos a la obra con piezas inservibles hasta que le cojamos el truco.