Luz, agua, gas… las facturas se disparan y las deudas salen caras

Las medidas impuestas por el Gobierno para que los españoles permanezcan en casa y se evite la propagación del virus, deja ya las primeras consecuencias a nivel empresarial: los ERTES. Pero también a nivel doméstico, se eleva el precio de nuestras facturas.

El hecho de confinarse en casa cada día implica necesariamente gastar más en luz, agua y gas. Por ejemplo, hacemos más gasto en calefacción, sobre todo estos días que han bajado las temperaturas. Pero también necesitamos iluminar las habitaciones para que los niños hagan tareas, o encender y cargar el ordenador para trabajar.

A su vez, hablamos más por teléfono y hay que cargar el móvil, incluso estamos poniendo más la lavadora o el lavavajillas. En este sentido, Arturo Cardenal, creador del comparador de tarifas energéticas Watiofy explica a MERCA2 que aunque la demanda global de energía muestra un ligero descenso por el cierre de comercios y empresas, en los hogares está subiendo en torno a un 20%.

En general estamos consumiendo más y ante la previsión de que esta situación dure más de dos semanas, el gasto será aún mayor. Por otra parte, están los despidos. Muchos trabajadores van al paro y cobrarán un 70% de su sueldo, los autónomos ni eso. Por ello, a partir de abril numerosas familias tendrán dificultad para hacer frente a gastos como la hipoteca, seguros o incluso la comida.

ALGUNOS PUEDEN APLAZAR EL PAGO

En este escenario, el Ejecutivo ha anunciado un acuerdo para que personas vulnerables (afectadas por la crisis) puedan aplazar el pago de la hipoteca. La medida incluye también la prohibición de cortar suministros básicos de agua, luz y gas a este colectivo.

Es decir, si la cuota hipotecaria, más los gastos y suministros básicos, es superior o igual al 35% de los ingresos limpios que perciba el conjunto de la familia, y a consecuencia de la emergencia sanitaria, han sufrido una alteración significativa de las circunstancias económicas, podrán acogerse a esta moratoria.

Que por cierto, no es eterna. Está limitada al tiempo que dure este escenario, entre dos semanas y un mes. Pero como no todo el mundo tiene acceso, otras muchas familias tendrán que endeudarse para seguir adelante.

LO QUE NO SE DEBE HACER

En esta difícil situación, desde Reclama Por Mí insisten en que no se puede caer en fórmulas de financiación como los microcréditos o las tarjetas revolving. “En lugar de ser una salida, podrían convertirse en una solución muy cara”.

Explican que aún son muchos los que desconocen los peligros de financiarse con ellas. Entidades como Wizink, Bankinter, BBVA, Caixabank, Vivus, MoneyMan o Cofidis vendían hasta hace poco estas tarjetas de pago aplazado con intereses que superaban el 20 % TAE.

Algo que está prohibido (por usura) tras la sentencia del Tribunal Supremo de 4 de marzo de 2020. Por ello, hay que estar informado y saber lo que se contrata porque en muchas ocasiones se acaban pagando el doble o más de lo que solicitaron en un primer momento y continúan con la deuda.

Lo mismo ocurre con los microcréditos, las entidades prestan desde 50 euros hasta los 5.000 de forma rápida. Pero es un riesgo porque muchas compañías no analizan si el cliente ya tiene otras deudas, el nivel de riesgo y cuál es la cantidad que podrá devolver cómodamente sin que el crédito solicitado le suponga un problema.

AHORRAR EN FACTURAS

Por su parte, Arturo Cardenal destaca que el truco está en el ahorro diario, en casa. “Lo suyo es tener una tarifa con discriminación de horario” donde se pueda consumir a menor coste algunas horas. O tener una tarifa con precio variable en función de la demanda. En ese caso habría que consumir en horario valle. Es decir, “entre las de la 10 noche y las 12 de la mañana”.

En las empresas de telefonía se está prohibiendo la portabilidad estos días, pero en el mercado eléctrico no. De manera que si al analizar la factura, se considera que es mu y elevada “hay que cambiarla».

En su opinión, las facturas van a subir de media estos días entre un 20 y un 30% respecto a un mes normal. También la cesta de la compra porque “se está comprando más de lo que necesitamos”, por eso aconseja ir al supermercado a por lo necesario.