BBVA sigue los pasos de la banca europea: ¿salida de Turquía?

El presidente de BBVA, Carlos Torres, apostó hace casi diez años por Turquía. En ese momento, este mercado era muy atractivo para los bancos más grandes del mundo como ING, HSBC o UniCredit. Pero el escenario ha cambiado y ahora todas estas entidades están reduciendo su exposición o intentando fugarse del país, incluido BBVA.

A finales de 2010, el banco español llegó a un acuerdo con los principales accionistas del banco turco Garanti para comprar el 24,8% de su capital, con la opción de subir esta participación hasta tener la mayoría. En 2015 ya era el principal accionista de Garanti Bank pero no fue hasta 2017 cuando elevó su posición hasta el 49,85%.

La inversión total asciende a 7.000 millones. Sin embargo, Torres no acertó con esta última decisión, pues desde ese año el beneficio del banco en el país ha caído en más de 300 millones. Además, Turquía ha pasado de ser el segundo mercado por nivel de ingresos al quinto.

SALIDA EN MASA

Los bancos salen en masa del país. El holandés ING está valorando vender su negocio turco y ya ha mantenido conversaciones preliminares con sus asesores porque la administración del presidente Recep Tayyip Erdogan ejerce el control total sobre la industria bancaria, según informa Bloomberg.

Erdoğan está ejerciendo presión sobre el sector después de ganar poder  en las elecciones presidenciales de 2018. Ahora quiere que los bancos presten más a las empresas y al consumidor como parte de las medidas diseñadas para estimular el crecimiento económico.

A ING se suman otros grandes bancos que tienen una fuerte exposición en Turquía. El italiano UniCredit también ha movido fichas para reducir su participación en Yapi Kredi (el cuarto banco público más grande de Turquía por activos) como parte de su estrategia para desinvertir en activos no estratégicos. En febrero anunció la colocación de una participación del 12%.

HSBC también está considerando abandonar o reducir su presencia en el mercado turco, donde ha estado operando desde principios del año2000. De hecho, ya había anunciado planes para recortar empleos en Turquía como parte de su programa de reducción de costes. Aunque previamente intentó vender su negocio en Turquía en 2015.

Y BBVA, puso a la venta hace dos meses una de las patas de su filial turca, Garanti Bank Romania. Aún no hay comprador, pero el banco húngaro OTP Bank y el italiano Intesa Sanpaolo están intentando comprarlo.

¿POR QUÉ?

La agitación económica y política de Turquía en los últimos dos años ha alarmado a los bancos extranjeros, a los que les preocupa la volatilidad de la lira que perdió un 36% de su valor frente al dólar entre 2018 y 2019. También atienden a los problemas económicos del país, que han afectado a los rendimientos de los bancos.

Erdogan se esfuerza por impulsar la economía con dinero barato (en diciembre incluso pidió que solo se negociase con moneda local y no extranjera) pero las agencias de calificación y los analistas ya han alertado de que los préstamos se han acelerado en una economía enormemente endeudada y con un riesgo de déficit presupuestario cada vez mayor.

Con todo, la mayoría de bancos han reducido la participación en la deuda del gobierno turco desde abril de 2018, cuando comenzaron los problemas de la lira. No es el caso de BBVA.

EL NEGOCIO TURCO

Los primeros años de BBVA en el país otomano fueron buenos, en 2012 el beneficio del banco en el país supuso un 4% del total. Alcanzó su máximo en 2017 cuando aportó 826 millones al resultado consolidado, el 15,4% del grupo, pero de ahí hasta ahora, las cosas se han complicado.

En 2018, el beneficio cayó un 31%, hasta los 569 millones y en 2019, hasta los 506 millones. El negocio turco supone ahora un 8,4%, por detrás de México, España, América del Sur y EEUU. Es decir, en los últimos dos años ha ganado 320 millones menos y ha pasado de ser el segundo al cuarto país para el grupo.

También han sufrido sus activos en el país, en los últimos dos ejercicios han descendido un 18% hasta los 64.416 millones. La realidad es que 2018, fue un año especialmente complicado, pero no hacía ni un año que el banco se había hecho con casi el 50% de Garanti. Y no ha sido hasta enero de 2020 cuando BBVA ha decidido dar el primer paso y deshacerse de una de las ramas de Garanti, la rumana.