Naturgy maniobra para cerrar sus frentes abiertos con el gas

Resulta un tanto paradójico que el gas natural se haya convertido en un continuo motivo de preocupación para Naturgy. En primer lugar, todavía está pendiente de resolución la circular de la CNMC que afecta a la retribución en el segmento de la distribución del gas y que supondrá un ‘hachazo’ en las cuentas de la gasista. Por otra parte, la volatilidad en los precios de la materia prima (y cómo acceder a ella) se ha convertido en una contingencia a tener en cuenta.

Así lo ha expresado el presidente de la compañía, Francisco Reynés, durante la comparecencia ante la prensa tras la presentación de resultados financieros correspondientes al ejercicio 2019. De hecho, el máximo responsable de Naturgy se ha referido varias veces a que debido a la volatilidad resulta muy complejo hacer previsiones a futuro, sobre todo en la referido a la demanda.

Sobre las circulares de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, Reynés se ha mantenido relativamente esquivo y quiere esperar a la decisión definitiva para disponer la estrategia pertinente. Sin embargo, lo que no puede controlar son los precios del gas y cómo afecta en el mercado. Uno de los asuntos calientes en este aspecto tiene que ver con los contratos de compra de gas a largo plazo a Estados Unidos.

En este problema van de la mano con Endesa. Y es que ambas compañías se enfrentan a un futuro complejo. Las excepcionales condiciones que vive el mercado del gas en Europa amenazan con dejarlas atrapadas en sus multimillonarios contratos -a muy largo plazo- de importación desde Estados Unidos.

El problema, entre otros, es que los precios en EEUU son más altos que en Europa, a lo que se le añaden los costes de envío. Esto provoca una caída en los retornos previstos. Una situación que, de continuar como parece, podría llevar a que ambas compañías revisen e, incluso, cancelen dichos acuerdos, según señalan fuentes financieras. Una decisión que, por ejemplo, ya tomó Iberdrola en verano.

El movimiento estratégico se cerró años atrás, en concreto en 2014. Así, los altos costes de quemar carbón, con los derechos de emisión por las nubes, y la caída del precio del gas, han empujado a las energéticas a refugiarse en dicha materia prima. En otras palabras, los ciclos han tomado el protagonismo del mercado mayorista de electricidad.

LOS MOVIMIENTOS DE NATURGY CON EL GAS

Ante este escenario, Francisco Reynés ha asegurado que “durante un cierto tiempo tienen unas cláusulas que impiden la revisión de volúmenes y precios”, por lo que no se puede hacer nada con esta situación. Pero, en la línea de su discurso ante la prensa, el presidente de Naturgy ha asegurado que están trabajando “en la mitigación de las volatilidades con el trabajo proactivo en las ventas a largo”.

Todo ello asumiendo que durante un tiempo no podrán hacer nada. Algo, por otra parte, que beneficia a algunos de sus competidores. Una situación que asume con deportividad.

Por si fuera poco, desde la compañía deben asumir el empaste de las renovables en conjunción con su negocio gasista. En este sentido, desde la compañía defienden el gas natural «como una solución» en la transición energética como respaldo para mantener la estabilidad del sistema eléctrico hacia los objetivos de descarbonización y la masiva entrada de renovables para ello, aunque ha descartado la necesidad de construir más ciclos combinados, debido a que los ya existentes están «infrautilizados».

Reynés apunta la baza que pueden suponer los ciclos combinados a largo plazo. «Creo y veo que el gas debe ser visto como una solución en la transición energética, y no como un problema». No obstante, subrayó que a futuro «la apuesta es por las renovables», como deja claro la senda inversora acelerada por el grupo en el último ejercicio en tecnología ‘verde’ y el calendario de cierres de nucleares acordado entre el Gobierno y las empresas propietarias para clausurar de manera escalonada todas estas plantas entre 2025 y 2035″.

«Me consta que si se puede firmar este acuerdo es porque se han hecho los cálculos para saber que la capacidad instalada que saldrá y la que viene irán compensando y no será necesario aumentar la capacidad de ciclos combinados, que están infrautilizados»,con un nivel que se sitúa actualmente en el 20%, dijo.

De todas maneras, defendió la existencia de un mercado de pagos por capacidad, a semejanza de otros países como Italia, para «mantener la estabilidad del sistema». Así, Reynés, que señaló que el grupo ha dejado de recibir 40 millones de euros anuales por esta partida, consideró que «es algo que tendrá que venir, más cuando avancemos en esta transición y cuando el gas tendrá su rol a jugar», aseguró.

Raúl Masa
Raúl Masa
Ex Coordinador de redacción y redactor de empresas y economía; especializado en telecomunicaciones, tecnología y energía.