El castigo de Dvuelta: una multa que se hace eterna y cansina

Cada vez son más los conductores que se ven seducidos por las empresas que recurren las multas de tráfico. Prometen salir airosos de la retirada de puntos y evitar la sanción económica, todo ello a un módico precio al año. Pero puede que al final salga más caro que pagar la sanción. Y eso cuando se puede salir. Algo que con Dvuelta, no siempre sucede.

Y es que la popular compañía que promete solucionar los problemas con las multas de tráfico lleva un tiempo utilizando agresivas campañas de retención de usuarios para pelear contra las aseguradoras que ofrecen servicios similares o mejores.

En este contexto, las plataformas especializadas en el recurso de multas han proliferado en los últimos años, coincidiendo con una normativa de circulación cada vez más restrictiva.

El objetivo de estas plataformas es captar un gran número de clientes, y como sucede con Dvuelta, luego dejarles poco margen para salir de la empresa para así poder mantener sus precios bajos. A cambio, ofrecen una amplia gama de servicios gratuitos como el blindaje del carnet con una contraprestación económica en caso de pérdida, el ‘aplazamultas’ y trámites de gestoría, entre otros.

Pero como en todo en la vida, existe la letra pequeña en el contrato. Lo que estas compañías no cuentan es que los contratos son autorrenovables anualmente. De este modo, logran retener a gran parte de sus clientes, que se ven obligados a pagar un año más la cuota.

DVUELTA, EN EL PUNTO DE MIRA

Dvuelta es una de estas empresas que prometen ganar la batalla recurriendo las multas. Pero son muchas las opiniones negativas acerca del éxito de sus servicios. Tanto en el tiempo que se está como cliente, como la fase de retirada, donde la plataforma ofrece de todo menos facilidades, tal y como ha podido comprobar este medio.

De hecho, en foros consultados por MERCA2, se les acusa de “marear la perdiz recurriendo las mismas multas durante años” y lamentan que estas plataformas no pueden evitar la pérdida de puntos. “Los puntos te los descuentan en cuanto la multa se hace firme”, explican.

Además, en el momento en el que el cliente rescinde el contrato -si es que eso es posible, porque a los clientes les cogen bien cogidos-, Dvuelta automáticamente deja de gestionar las multas que ya están en su poder y que fueron recibidas durante la vigencia del contrato. De este modo, los usuarios están obligados a continuar pagando cuotas si quieren finalizar el proceso ya iniciado.

“Al final pagas más anualidades de lo que te ahorras si te ganaran las multas”, lamentan algunos clientes. Y con eso, lógicamente, salta el modelo de negocio. Solo vale cuando uno es prisionero de la empresa. Lo demás no cuenta.

Otro aspecto negativo en el que inciden muchos clientes, sobre todo de Dvuelta, es que estas compañías solo recurren las multas en la vía administrativa, en la que solo prosperan cerca del 10% de las impugnaciones o recursos, y no en la vía ejecutiva (contencioso administrativo). La vía judicial ya es otra cosa, y el 80% de los recursos contenciosos que se presentan prosperan.

En cuanto al modelo tipo de recurso que presentan plataformas como Dvuelta, “siempre es el mismo y no hacen referencia a la infracción en concreto”. Solo consta que el procedimiento sancionador no se ha iniciado con todas las garantías y se produce la indefensión del presunto infractor.

De este modo, el recurso no detalla si el conductor llegó a parar o no en el STOP, si el semáforo estaba en naranja o en verde, etc. Sin embargo, desde plataformas en defensa de los consumidores explican que los recursos emitidos por el propio infractor son más detallados y no se trata de un simple “copia y pega” de las compañías que recurren las multas.

¿ES EL FIN DE ESTAS PLATAFORMAS?

Los clientes de estas plataformas advierten a través de los foros de que “ya no se pueden recurrir casi ni las multas de la ORA porque los controladores llevan una cámara digital con la que te sacan foto al coche en caso de multa para tener una prueba que aportar”.

Esto deja contra las cuerdas a empresas como Dvuelta. Así, según ha podido constatar MERCA2 con diversos usuarios, darse de baja supone uno odisea. Primero por lo antes mencionado sobre los procesos abiertos. Si el cliente quiere que se gestione algo anterior, debe seguir pagando.

Por otro lado, intentan bloquear las salidas de los usuarios porque la competencia cada vez es mayor. Es decir, las principales aseguradoras relacionadas con el motor ya ofrecen este servicio dentro de la prima que se paga por el seguro. Motivo por el cual se pelea cada cliente. A veces de una manera muy cansina. Recuerdan a los teleoperadores más feroces de las compañías de teléfono.

[Partes del artículo han sido modificadas a petición de la empresa aludida]