Los trabajadores de Caser aprietan a Helvetia con un nuevo convenio

Junto a la venta del 70% de las acciones de Caser a Helvetia, por un montante de unos 780 millones de euros, hay otros números que siguen estando sobre la mesa. Por ejemplo, los que hacen referencia a la conflictividad laboral.

Y es que, durante los últimos 17 años, se han registrado demandas contra Caser, por parte de sus trabajadores, en un número cercano a las 300. Lo que se ha traducido en unos costes para la empresa de alrededor de cinco millones de euros. Cantidad en parte pagada, consignada, o reclamada en los juzgados.

De ahí que, ante la nueva etapa que se avecina con Helvetia como máximo accionista, fuentes sindicales han afirmado que, de cara al futuro, “sobre todo hay que firmar un nuevo acuerdo de empresa”. También solicitan “espíritu dialogante” al nuevo comprador.

Fue en 2003 cuando, en Caser, se firmó un primer acuerdo que integraba las condiciones laborales. Entonces se habían fusionado diferentes empresas que conformaban el grupo como la propia Caser, Le Mans Seguros, Ecuador, Sud América y MAAF. Desde aquel año, no se ha vuelto a negociar.

El origen de este conflicto, como ya publicó MERCA2, está en los que los sindicatos califican como “discriminatoria doble escala salarial”. Porque mientras unos empleados cobran veinte pagas y media entre salarios y pagas de participación en primas, otros solo perciben las diecisiete pagas mínimas establecidas en el sector. Es la diferencia entre aquellos que entraron a partir de 2003 y los que ya trabajaban en Caser. Afecta al 80% de la plantilla.

Los trabajadores piden negociar un nuevo acuerdo de empresa que lleva más de una década en dique seco

El conflicto se remonta a 2006. Y aunque los sindicatos retiraron las primeras demandas, las retomaron dos años después. Desde entonces, más de 25 sentencias en firme del Tribunal Superior de Justicia, y unas 40 en los juzgados de lo Social. Las cantidades demandadas oscilan entre los 3.000 y los 5.000 euros por empleado.

OTROS RETOS

Junto a la firma de la pipa de la paz con los sindicatos, Helvetia también deberá afrontar otros retos como la unificación de la red comercial. La estructura de Helvetia es la de centros regionales con oficinas con director, jefes de zona, administrativos y comerciales. Caser, por su parte, aprovechó el ERE de 2013 para minimizar su estructura. Echó administrativos y dejó comerciales o agentes autónomos. En la actualidad se define por su elevada rotación.

También Helvetia deberá poner el foco en mejoras a nivel organizativo. Ambas compañías tienen distintas herramientas. Incluso en Caser trabajan con, por lo menos, seis aplicaciones distintas. Algunas son incompatibles entre sí. La digitalización es uno de los puntos clave del Plan 20.20 de Helvetia. También del Plan 2018-2022 de Caser. Unificar sistemas operativos e integrar productos deberá ser una prioridad.

CONCILIACIÓN Y PROMOCIÓN EN CASER

Por lo que respecta a las medidas de conciliación y flexibilidad, los sindicatos han venido denunciando durante los últimos años nulos avances. Por ejemplo, en Caser, el teletrabajo apenas supone el 2%. También la poca transparencia a la hora de promocionar a las mujeres y la escasa implantación del Plan de Igualdad. En 2018, la proporción de ascensos al puesto de director no tuvo color: nueve a uno en favor de los hombres.

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Con la adquisición del 70% de las acciones de Caser, Helvetia da un paso más en su presencia en España. Un aterrizaje que comenzó con aseguradoras de implantación local, como Previsión, en Andalucía; Vasco Navarra, en la comunidad foral; y Cervantes, en Madrid. Helvetia España es el segundo mercado más rentable del grupo, tras la matriz suiza.

Durante 2018, Helvetia España obtuvo un beneficio neto de 29,6 millones de euros (+0,9% respecto al ejercicio anterior). Su volumen de primas ascendió a 421,3 millones (+3,7%). En No Vida, el incremento fue del 5,1% (llegó a los 298,9 millones de euros). En Vida, el crecimiento fue del 0,5% (122,4 millones de euros fue su volumen de primas). Caser, por su parte, generó unos ingresos de 1.639 millones y un beneficio de 87 millones. El 62% correspondió al negocio de No Vida. La suma de ambos generará el séptimo proveedor de No Vida en el mercado español.