Bolivia, Venezuela, Cataluña, AR y los medios españoles

Es evidente que las teles españolas, progres en lo cultural y conservadoras en los ámbitos económico y geopolítico, no están haciendo sangre ni con la situación de Bolivia ni con los ERE, mayúsculo escándalo que afecta al partido del Gobierno.

Barones del PSOE, que se siguen autodenominando socialistas a pesar de meterle la mano en el bolsillo a los parados andaluces, han sido condenados por prevaricación o malversación y los ‘Telediarios’ han informado sin organizar las algarábicas maratones que articularon durante el juicio de la Gürtel.

Esta doble vara de medir mediática también se puede advertir con un término que está dando mucho que hablar: el golpe de Estado, que se trata de la interrupción inconstitucional de un jefe de Gobierno por parte de otro agente estatal.

Y es que en los periódicos madrileños de papel se sigue abusando del término «golpistas» para referirse a los líderes del procés a pesar de haber sido condenados por sedición y no por rebelión, tal y como pronosticaban varios prebostes de la derecha política.

ANA ROSA QUINTANA, GENIO Y FIGURA

La reina de las mañanas de la tele española, con permiso de Antonio García Ferreras, sigue triunfando con una mezcla de tertulia política, sucesos sangrientos y colorín variado. La Oprah Winfrey madrileña se ha posicionado en el plano político en varias ocasiones y en el tema social en contadas (en el 8-M de hace dos años, a pesar de haber anunciado que no pararía).

Bolivia
AR no quiere oír hablar sobre Bolivia.

Ana Rosa Quintana, volcada durante años sobre la política venezolana (tema utilizado por el Gobierno español para desinflar el ascenso electoral de Podemos), ahora no quiere saber nada sobre el golpe de Estado que ha derrocado a Evo Morales, ganador de las últimas elecciones al que se le podía discutir si convocaba una segunda vuelta que finalmente aceptó.

Juan Carlos Monedero, ‘Pepito Grillo’ del matinal de Telecinco, le recordó hace unos días el silencio del programa que presenta sobre Bolivia, enésimo país latinoamericano que sufre las injerencias coloniales estadounidenses.

«Vamos a hablar de América Latina que en Bolivia han dado un golpe de Estado», pidió el politólogo.Y AR se revolvió: «No, ha habido un pucherazo del que hasta hace poco era presidente de Bolivia».

ANA ROSA, DE CATALUÑA A BOLIVIA

Ana Rosa Quintana demostró lo poco que le guste que le lleven la contraria tras su duelo con Monedero: «A mí me gusta mucho que Monedero venga y me encanta escuchar sus propuestas, pero que dirijas tú el programa no. A ver si ahora Monedero va a decidir de lo que hablamos. No le deis bolilla».

La comunicadora, que alardeó de haber dado «la puntilla al procés» por haber publicado unos mensajes privados entre Puigdemont y Comín, ya demostró hace unos meses su talante al analizar de esta forma las gestiones diplomáticas de Zapatero: «Después de estropear lo de Venezuela, ahora va a venir a joder… a fastidiar la relación con Cataluña».

AR, que debe prestar escasa atención a las páginas de Internacional, ya alentó hace unos meses un golpe de Estado contra Venezuela: «Mientras que Maduro y Cabello estén ahí ese pueblo va a estar oprimido y quitar a Maduro es el principio para la solución».

CARACAS O MORDOR

Albert Rivera, que políticamente en paz descanse, realizó su campaña electoral de 2016 en Caracas después de haber saltado a la arena política prometiendo que venía a cargarse al PP y al PSOE. Los medios mayoritarios le respaldaron en su tour populista: en Caracas nada han vuelto a saber de él desde que los utilizase de forma electoral.

Bolivia
Jordi Évole durante una entrevista a Maduro.

Si un marciano, quizás el Gurb de Eduardo Mendoza, baja a la tierra y consume solo medios españoles quizás se lleve a la confusión de que democracias débiles como Venezuela o Ecuador son Mordor en comparación de otros socios de España como Arabia Saudí, donde el Gobierno decapita en plena calle y exhibe los cadáveres en público.

La sobreactuada afectación mediática sobre Venezuela o Cataluña nada tiene que ver con los derechos humanos: tiene que ver con la legítima línea editorial o ideología. Con la falta de gusto tiene que ver que El Mundo compare a la golpista Jeaniñe Áñez con Angelina Jolie.

Pascual Serrano, atento oteador mediático y recién premiado por la Asociación Pro Derechos Humanos de España, ha realizado un gran paralelismo entre el griterío español sobre Venezuela y el silencio sobre Bolivia. Disfrútenlo.