Así haces los peores gestos y posturas en una entrevista de trabajo (y lo que das a entender)

Una entrevista de trabajo es ese momento de la vida en que, de forma común, nos solemos poner nerviosos. A veces nos jugamos nuestro futuro entero. Otras, un nuevo inicio. Una nueva vida. Por ello, comportarnos en una como verdaderamente somos, siempre de forma educada, es de vital importancia para superar esa parte crítica del proceso de selección.

Es verdad que nadie puede leernos la mente tan solo juzgando cómo estamos sentados o cómo nos comportamos. Sin embargo, esto es definitivo, en muchas ocasiones, para causar una mejor o peor impresión al interlocutor que nos está entrevistando. El lenguaje no verbal es toda una carrera de estudio y, como en todas ellas, también encontramos unos códigos de comportamiento con los que transmitiremos buenas sensaciones.

Esto no es algo que hayamos aprendido en el colegio. Tampoco lo hemos estudiado en ningún lugar común. Pero, inconscientemente, todos sabemos cuándo algo o alguien nos está causando una buena impresión o no. Y esto tiene mucho que ver con los gestos y posturas que empleamos al dirigirnos hacia el otro. Por ello, en una entrevista de trabajo juegan un papel fundamental y hay que conocer los que no deberemos realizar bajo ningún concepto.

El apretón de manos nunca debe ser débil en una entrevista de trabajo

apreton manos entrevista de trabajo

Apretar la mano será el primer gesto que realicemos cuando lleguemos a la entrevista de trabajo. También será la primera toma de contacto con aquel que nos vaya a entrevistar.

Esto quiere decir que cobra una gran importancia, pues será clave a la hora de que este realice una primera impresión sobre nosotros. Algunas personas se ponen nerviosas y realizan un apretón de manos demasiado débil. Y es algo que debemos evitar a toda costa.

Si vamos a saludar con este gesto tan común, debes saber que el apretón debe ser firme. Así denotamos asertividad y evitamos ofrecer una imagen de pasividad. Siempre que demos la mano debemos también mirar a los ojos de forma directa a la otra persona, mostrando seguridad y confianza.