Hoy en día internet es la base en la que se sustenta prácticamente todo. La gran mayoría de empresas trabajan de manera directa o indirecta en la red de redes, el entretenimiento se encuentra en internet y, por supuesto, también la comunicación. De hecho, ya hasta las cosas más esenciales para la supervivencia de la especie, como el comer y el relacionarse, se pueden perfectamente realizar a través de internet. Por eso, cada vez es más necesario educar y advertir de cómo el mal uso de internet puede causar problemas muy graves. Por ello, lo mejor es empezar con unos consejos básicos de seguridad en la red.
- Navegar en páginas seguras
- No descargar nada sin comprobar su seguridad
- Comprobar qué se instala en el ordenador o en el dispositivo móvil
- Phishing
Navegar en páginas seguras
El primer contacto con internet para la gran mayoría de personas es a través del navegador, ya sea del móvil, de la tablet o del ordenador. Por eso, es necesario siempre comprobar que las webs en las que se entra son totalmente seguras. Para ello, lo mejor es fijarse en si tienen el logotipo del candado en la propia barra de direcciones. Este candado certifica que una empresa de seguridad, de la que se puede saber el nombre pinchando en el propio candado, garantiza que la web cumple los estándares de seguridad obligatorios.
Asimismo, también existen páginas que analizan cuales portales son fiables y seguros como estafaonline.com. De esta manera, se puede navegar con la seguridad de que ninguna de ellas compromete la seguridad del ordenador o del dispositivo móvil y que además se puede interactuar con ellas sin problema alguno.
No descargar nada sin comprobar su seguridad
Si se va a descargar algo de la web, aunque sea desde una web totalmente segura, conviene primero analizarlo con el antivirus. No cuesta apenas tiempo y puede eliminar de raíz muchos problemas posteriores. Es cierto que ahora estamos en una época en la que se descargan menos archivos (la música o los videos ya se ven en streaming) pero conviene seguir teniendo mucho cuidado. Sobre todo, hay que tener especial atención a aquellos programas o aplicaciones descargadas directamente desde el navegador. Y, de hecho, se recomienda descargar todo desde la tienda online del sistema operativo en cuestión y solo si no hay más remedio hacerlo desde el navegador.
Comprobar qué se instala en el ordenador o en el dispositivo móvil
Cuando se instala un programa o una aplicación siempre hay que estar atentos a los permisos o programas que van a acceder al ordenador o al móvil. Nunca hay que aceptar automáticamente todo lo que vaya saliendo durante el proceso de instalación. Puede ser un poco farragoso, sí, pero es totalmente necesario hacerlo con el fin de que no se instalen archivos innecesarios o se dé acceso a permisos que nada tienen que ver con el fin del software o la app. Esto suele ocurrir en programas gratuitos que, aprovechando que no cuestan dinero, intentan introducir publicidad en el ordenador sin que el usuario se de cuenta.
Esto, además, ocurre en los programas más inofensivos. Otros directamente llevan malware preparado para robar los datos o inutilizar el PC o el teléfono directamente. Mucho cuidado con estos programas y apps gratuitos.
Phishing
Este es uno de los problemas más graves que actualmente hay en la red de redes. Se trata de una técnica que simula una web de un sitio oficial con el fin de que el usuario ponga sus datos personales y/o bancarios y así, de una manera fácil y limpia, robárselos. El phishing puede llegar de muchas maneras, aunque actualmente son el email o las redes sociales los métodos más usados para hacer llegar este tipo de engaños.
¿Cómo detectarlos? Si llega a través de email, la manera más rápida es comprobar qué dirección de correo electrónico la envía. Normalmente suelen ser direcciones realmente extrañas y que nada tienen que ver con el email de la empresa a la que intentan parecerse. Eso sí, por lo demás están muy bien conseguidos, por lo que no es difícil caer.
Si el engaño llega a través de una red social, o el usuario ya se encuentra en la web falsa, lo más rápido es mirar la dirección URL. Esta, al igual que la dirección de email poco tendrá que ver con la web original. Todo puede ser exactamente igual, la interfaz, el tipo de letra, etc…Todo menos la URL, que no puede ser copiada.
Siguiendo estos consejos, no muy difíciles de recordar, la navegación en internet es muchísimo más segura. Como suele ocurrir en muchas facetas de la vida, basta una simple acción para protegerse de uno o varios peligros en concreto. Si en el coche una acción tan simple como ponerse el cinturón de seguridad salva vidas, en el mundo online pasa exactamente lo mismo.
