El Dakar, el chollo de Fernando Alonso para explotar Kimoa

Fernando Alonso no es sólo un piloto repleto de ambiciones. La fortuna que ha forjado en las dos últimas décadas le ha motivado a inmiscuirse en el mundo empresarial. A su famoso museo, su circuito de karts o su propio equipo en las categorías inferiores de monoplazas hay que sumarle su inversión en los eSports y, sobre todo, su tienda de ropa Kimoa. Desde la fundación de esta marca en 2017, el asturiano no ha dejado de explotarla (acuerdo con McLaren) y de lucirla en todas sus pruebas. Si da el ‘sí’ al Dakar podrá expandir aún más la imagen de una empresa que le ha generado pérdidas.

KIMOA, LA GRAN APUESTA DE ALONSO

La expectación y el furor por Alonso no se han apagado tras su retirada de la Fórmula 1. Lejos de esconderse de los focos, es ahora cuando todos apuntan hacia él. O más bien, hacia su futuro. Y es lógico tras exhibir un tirón mediático fuera de lo común en Estados Unidos. En 2017 su presencia en la IndyCar elevó un 188% el tráfico en redes sociales y un 94% en la web. Y las retransmisiones de los entrenamientos se dispararon más de un 1.000% según datos de Motorsport. También se incrementaron los patrocinios en la prueba y en el propio equipo Toyota.

Alonso es sinónimo de marcas y, por tanto, de dinero. En el gran circo empresas como Telefónica (en Renault) o Santander (en Ferrari) realizaron fuertes apuestas por su figura. Ahora la situación es distinta: es él mismo quien quiere patrocinarse. Lo ha hecho desde que dio luz verde a Kimoa, su marca de ropa. Él, y hasta su pareja Linda Morselli, que ha realizado diversos anuncios para promocionar los diferentes productos que ofertan (sudaderas, camisetas y, sobre todo, gorras y gafas).

[td_block_11 custom_title=»» separator=»» post_ids=»162102″ limit=»1″ css=».vc_custom_1496993590403{border-top-width: 1px !important;border-right-width: 1px !important;border-bottom-width: 1px !important;border-left-width: 1px !important;padding-top: 5px !important;padding-right: 5px !important;padding-bottom: 5px !important;padding-left: 5px !important;border-left-color: #000000 !important;border-left-style: solid !important;border-right-color: #000000 !important;border-right-style: solid !important;border-top-color: #000000 !important;border-top-style: solid !important;border-bottom-color: #000000 !important;border-bottom-style: solid !important;border-radius: 4px !important;}» tdc_css=»»]

Primero en McLaren (firmo hasta un acuerdo con la escudería) y después en su mono en todas las competiciones y entrenamientos. Alonso y Kimoa son uno. Él sabe que él mismo es el mejor escaparate para difundir su marca. Pero para ello necesita competir. De ahí que tras seducir al público más entusiasta en la F1 y al estadounidense con la IndyCar, el Dakar se presente como la mejor opción para presentar su marca al mundo. Esa es ahora el doble objetivo de Alonso: competir y abrir mercado.

EL DAKAR, EL ESCAPARATE PERFECTO

Más allá de la repercusión, cada competición tiene su atractivo. Y si la IndyCar causa furor en Estados Unidos, el Dakar es un imán para expandir internacionalmente una marca. Desde que se disputó en Sudamérica ha crecido la audiencia, con un potencial de al menos mil millones de espectadores en televisión, repartidos en 190 países. Este 2020 se presenta atractivo, tras la mudanza a Arabia Saudí (pondrá 13 millones de euros por año). Kimoa necesita precisamente eso, un impulso, después de que perdiera en torno a un millón de euros en su primer año a pleno funcionamiento (2017).  

Kimoa, propiedad de la sociedad Quimoalar, alcanzó una cifra de negocios superior a los 400.000 euros pese a las pérdidas registradas. La ropa está destinada a un público joven (tanto para hombres como para mujeres) y los precios son dispares. Las gorras de McLaren cuestan desde los 17 euros hasta casi los 40 euros. Lo mismo sucede con las camisetas o las sudaderas, donde los precios pueden elevarse hasta los 70 euros. Las gafas, el producto estrella, alcanzan los 120 euros.

En estos momentos se realizan envíos a más de 75 países, por lo que la apuesta de internacionalizar la marca es total. Una inversión fuerte que no quiere dejar atrás y que le da más motivos para no bajarse de los automóviles. Aún no ha confirmado su presencia, ni lo hará hasta probarse en este tipo de pruebas, pero algunos medios ya dan por hecho hasta cuál será el copiloto de Alonso: Marc Coma.

ALONSO, UN HOMBRE DE NEGOCIOS

Alonso, pese a su ajustado calendario, ha tenido tiempo para los negocios y para su vocación. Como campeón mundial de karts, conoce de sobra la importancia que adquiere esta categoría para dar el salto a los monoplazas. Por ello se embaucó en un bonito proyecto en Asturias y por esa misma razón desde China han llamado a su puerta para que exporte hasta 40 circuitos. El español llegó a un acuerdo con Shanghai Yi Qian Communications para crecar la ‘Alonso New Energy Karting Center and School’. Se espera que en sólo tres años ya se hayan construido un centro formativo y 20 circuitos en las ciudades emblemáticas como Shanghái o Pekín.

Alonso Karts Merca2.es

No es algo que vaya promocionar en sus competiciones, al igual que tampoco ha hecho demasiado hincapié público en su apuesta por los eSports, y eso que es el negocio donde más dinero ha invertido, aunque con una mayor seguridad de rentabilidad. De la mano de Logitech Alonso abandera un equipo en esta competición, por la que profesa un gran entusiasmo. Incluso se ha convertido en inversor de Motorsport Network para apoyar la disciplina. Alonso es un gran piloto y un empresario inquieto. Tiene muchos negocios abiertos y la mejor forma de explotarlos es a través de su propia imagen. Y para ello tiene que hacer lo que más le gusta, aunque no haya premio económico más allá de un significativo trofeo como en el Dakar. Competir para ganar, en la pista y fuera de ella.

Alberto Puente
Alberto Puente
Licenciado en Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Coordinador de actualidad en el Grupo MERCA2. Desarrollo de audiencias. Información económica de ámbito deportivo.