Crece la decepción en Fnac por los números de su filial española

Fnac prepara el Black Friday en pleno Mes del Cómic sin demasiado confeti que barrer. Y es que la gestión de Marcos Ruao al frente de la compañía en nuestro país está resultando más que decepcionante.

El director general de la cadena francesa en nuestro país tenía la intención de reflotar los beneficios en su llegada al puesto hace dos años y medio. Su objetivo era encauzar los resultados de la treintena de tiendas españolas.

Y para ello necesitaba agilizar la transformación para mejorar su oferta, adecuar la precarizada plantilla a las necesidades de la compañía y elegir correctamente la ubicación de sus nuevas tiendas físicas en unos tiempos agitados por Amazon.

EL PRIMER EJERCICIO COMPLETO DE MARCOS RUAO

El grupo de distribución francés tenía la intención de mantener beneficios en 2017, pero pese a mantener ingresos (375 millones de euros, un 0,2% más), sus beneficios se desplomaron más de un 10% hasta caer por debajo de los cinco millones de euros (4,8).

FNAC
Un empleado repone productos en FNAC. Balint Porneczi/Bloomberg

Estos números siguen a años luz de la época de esplendor de la compañía. Recuerden que Fnac en nuestro país facturó más de 460 millones de euros en 2007, año analógico, y su beneficio superaba los 20 millones de euros.

Es evidente que estos tiempos son menos propicios que una década atrás, pero en 2016 Fnac en España logró 5,4 millones de euros de beneficios tras consolidar la evolución de la oferta, libros por electrónica, y abrir tiendas más pequeñas con menos empleados (hace una década cada establecimiento tenía una media de 130 trabajadores y hoy son 83).

MALOS TIEMPOS PARA FNAC

Las ventas y los márgenes de cualquier retail se han desplomado por la tormenta de Amazon y el crecimiento del comercio online procedente de China. En la división española de Fnac todavía echan de menos a Enrique Martínez, que desde el año pasado es el CEO de la matriz en Francia.

En términos globales Martínez logró aumentar la facturación en 2017 y quintuplicó los beneficios: de 24 millones en 2016 a 125 el pasado ejercicio tras conseguir rebajar la deuda desde los 206 millones hasta los 86. Toda una proeza.

Pero este éxito también agiganta la sombra de su fantasma para Marcos Ruao, ya que Enrique Martínez dirigió Fnac en España hasta 2011. Hace siete años la batalla se libraba en la expansión de tiendas físicas en sprint contra Media Markt.

FNAC ESPAÑA NO DA SÍNTOMAS DE RESURRECCIÓN

Alexandre Bompard dejó de ser el pasado año el CEO de Fnac tras fichar por Carrefour y dejó paso a Enrique Martínez, que tendrá que sacar una tarjeta amarilla a Marcos Ruao, incapaz por ahora de resucitar al retail francés en España.

Eso sí, Martínez y Ruao comparten un patrón similar: ambos han recibido quejas por la precariedad laboral de Fnac. Sin embargo, el primero parece haber aprendido tras haber creado un programa de retribuciones.

El segundo se ha limitado a expandir la compañía con nuevas tiendas físicas: el pasado año se abrieron dos tiendas propias en Madrid, una en Barcelona y una franquicia en Pamplona. Este año ha tocado inauguración en Valencia y Sevilla, mientras que en primavera llegará otra en Torrejón.

ENFADO SINDICAL

Fnac España ha abusado de la temporalidad, con porcentajes superiores al 70% de su empleados, y la Inspección de Trabajo les dijo este pasado verano «basta». Trabajo instó a la compañía a convertir a muchos trabajadores en indefinidos y le exigió hacer una evaluación de riesgos ergonómicos.

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Protesta por la precariedad en la Fnac en Callao. Foto: Twitter Cobas.

Varios trabajadores han denunciado las dificultades de conciliación familiar porque muchos trabajadores solo disponen de seis fines de semana libres al año. Pero no fue la única polémica de la compañía que dirige en nuestro país Marcos Ruao.

Y es que la Audiencia Nacional obligó a la multinacional a indemnizar al sindicato Comisiones de Base con 6.250 euros por daños morales tras vulnerar la libertad sindical.

El citado sindicato, que denuncia la alta temporalidad y los bajos salarios de la compañía (alrededor de 600 euros tras haber dado 125 millones de euros en beneficios el pasado año), ha organizado en los últimos meses varias movilizaciones frente al centro de Callao.

FNAC EN VALENCIA

También Fnac está teniendo problemas en Valencia por intentar esquivar el cierre de domingos y festivos abriendo solo el departamento de productos culturales, argucia con la que se intentaban equiparar a las pequeñas pymes que dedican el 80% de las superficies comerciales a la venta de productos culturales.

La Consellería de Economía del Gobierno de la Comunidad Valenciana ha abierto expediente a la compañía por presuntamente haber vulnerado la nueva ley valenciana de horarios, enésimo charco que pisa Marcos Ruao, que sigue en caída libre.