Subastan cámaras espías soviéticas ocultas en botones y paraguas

El 12 de julio, Aston’s Auctioneers de Dudley, Inglaterra (situada entre Liverpool y Londres), realizará una subasta denominada Russian Colletion. Se subastarán 25 lotes de cámaras de la época de la Guerra Fría. Concretamente, de cuando Rusia formaba parte de la URSS y Alemania todavía estaba dividida en dos Estados.

«Encontrar tantas cámaras en un solo lugar es bastante inusual», dice Tim Goldsmith, asesor fotográfico de Aston’s. La fuente anónima de la subasta coleccionó cámaras espías soviéticas durante 30 o 40 años, cuando eran utilizadas para realizar contrabando en el bloque soviético. «Obviamente, Alemania Oriental todavía estaba completamente rodeada», dice Goldsmith. Asegura, que hasta hace poco, era casi milagroso encontrar semejante tesoro en Occidente. «Y es algo inaudito en el Reino Unido, aunque está apareciendo lentamente desde que la sociedad descubrió estos dispositivos en internet».

Aston’s organiza tres subastas de cámaras al año, pero ésta, como dijo Goldsmith, «ha encendido la imaginación de todos».

Fabricadas desde 1942 hasta 1990, estas cámaras tienen una calidad de museo, y casi todos los lotes están en buenas condiciones. El fin de la Unión Soviética, combinado con los avances en las cámaras digitales diminutas, significó que los coleccionistas tuvieran oportunidades limitadas de obtener auténticas cámaras espías que utilizaran film fotográfico, y mucho menos que aún funcionaran.

También hay entre los lotes cámaras de microfilmación, de toma de huellas digitales y copiadoras, pero lo más destacado son las varias cámaras espías disfrazadas de objetos comunes.

CIGARRILLOS Y PARAGUAS

Entre estas hay cámaras escondidas en un maletín, un paquete de cigarrillos y un paraguas. Incluso hay una cámara oculta en una chaqueta de hombre, con la lente escondida detrás de uno de los botones, que se dispara con un «gatillo» ubicado en el bolsillo de la prenda.

En total, hay 16 cámaras espías y alrededor de una docena de accesorios, incluido un periscopio de vigilancia C-215 soviético utilizado por la KGB soviética y la Stasi de Alemania Oriental para mirar por encima de las paredes y en las esquinas. Goldsmith no quiso hablar sobre las estimaciones de precios y dijo que: «Es realmente difícil valorar estas cosas […] sólo se venden una o dos al año». Si se analizan las subastas simultáneas de artículos coleccionables que ofrece Aston’s, nada llega a cinco mil dólares.

Una de las cámaras secretas funciona como un reloj, con rollos de resortes y engranajes mecánicos diminutos. Goldsmith explica que cuando se presiona un pequeño botón en la parte inferior de la cámara, «se libera un trocito de cuerda que se solapa. Se dispara el obturador, se cierra la solapa y la película vuelve a girar, quedando lista para la siguiente imagen».

«Sin duda, un aparato digno de Q», agrega, refiriéndose al personaje ficticio de las películas y novelas de James Bond que proporciona a 007 su tecnología de espionaje.

Publicado por Jason Tesauro(Bloomberg)