La inversión sostenible no cuenta con datos suficientes para funcionar

Como todos los fenómenos revolucionarios, la inversión sostenible (IS) está poniendo a prueba los paradigmas que se remontan a décadas o incluso siglos atrás de manera que, en este sentido, se trata de un concepto relativamente nuevo. El mundo ha tenido que reunir datos sobre el consumo de carbón desde el siglo XIX, pero ha dispuesto de mucho menos tiempo para estudiar la energía solar o los vehículos eléctricos. Por ello, es natural que algunos inversores se muestren escépticos en cuanto a la disponibilidad de información suficiente para justificar la realización de inversiones sustanciales en este campo.

Sin embargo, los datos y la información que se utilizan en inversión sostenible no sólo son amplios y fácilmente accesibles, sino que también están aumentando día tras día. De hecho, este mito realmente persiste todavía, en parte, porque algunos inversores se están viendo sobrepasados por este volumen de datos, viéndose incapaces de asimilarlos. Cada día aparecen nuevos proyectos sostenibles, y para los inversores cada vez resulta más importante poder comprenderlos.

PROVEEDORES DE MEDIOS Y DATOS

El crecimiento de la inversión sostenible desde la década de 1990 ha corrido parejo al incremento en el número de proveedores de datos y grupos mediáticos que dan cobertura al sector. Muchos se especializan en un campo concreto, dividiéndose, en general, en tres categorías. Tenemos a los que reúnen nuevos datos para su utilización en los procesos de inversión; los que procesan o analizan datos ya existentes para configurar bases de datos sobre las que realizar consultas; y los que difunden noticias sobre sostenibilidad y organizan eventos de este tipo para ampliar su difusión.

Las entidades de tratamiento que han ido surgiendo están creando bibliotecas enteras de informes realizados por inversores

Muchos proveedores de datos especializados venden actualmente información ambiental, social y de gobierno corporativo (ASG) a inversores para su utilización en los procesos de decisión. Otros ofrecen servicios de representación en el ejercicio de los derechos de voto, y llevan registros sobre las actividades de votación en las juntas de accionistas, para mejorar las funciones de interacción con las participadas y buen gobierno corporativo. Existen incluso servicios en los que se utiliza la inteligencia artificial para analizar datos no estructurados o aleatorios para identificar tendencias en ellos.

Las entidades de tratamiento que han ido surgiendo están creando bibliotecas enteras de informes realizados por inversores, previsiones anuales y artículos de opinión, y los medios especializados dan cobertura informativa al sector en sí, organizan congresos y difunden información. Además, hay agencias de noticias que actúan transversalmente en los tres campos, construyendo amplias bases de datos ASG y archivos de noticias para sus clientes.

Tenemos, por otro lado, a las empresas que gestionan los índices del mercado de valores y las agencias de calificación que se especializan en IS. RobecoSAM lleva colaborando con el grupo Dow Jones desde 1999, año en el que se creó el índice Dow Jones Sustainability Investing World. En él se recoge una lista de las empresas más sostenibles del mundo de acuerdo con la información generada por RobecoSAM. Han ido apareciendo otros, como los índices MSCI Global Sustainability y ESG, o la serie de índices FTSE4Good. También han surgido agencias de calificación especializadas, que evalúan los fondos de inversión en función de sus credenciales ASG, entre otros criterios, como es el caso de Morningstar.

RECOPILAR DATOS INTERNAMENTE

En el sector de la inversión, prácticamente todas las gestoras y entidades bancarias poseen hoy en día equipos internos propios de sostenibilidad, que recopilan datos y los utilizan como parte de sus procesos de inversión. Robeco utiliza la Evaluación de Sostenibilidad Corporativa (CSA), de periodicidad anual, y la Clasificación de Países según Sostenibilidad (CSR), semestral, que elabora su afiliada RobecoSAM.

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La CSA es un cuestionario que se envía a más de 4.000 sociedades cotizadas de todo el mundo, incluidas las 2.500 de mayor envergadura. Se recogen en él entre 80 y 120 preguntas específicas de cada sector, relacionadas directamente con la actividad de las empresas. En la última edición, la de 2017, aproximadamente 60 sectores se encontraban representados, con más de 600 puntos de datos por empresa.

Estos análisis propios constituyen la base de gran parte de la labor de integración que se realiza tanto en Robeco como en RobecoSAM. Ademas, puesto que RobecoSAM lleva evaluando sistemáticamente el comportamiento ASG de las grandes empresas cotizadas desde 1999, hoy en día posee una de las bases de datos más completas de información sobre sostenibilidad con relevancia financiera.

El crecimiento de toda esta información ha dado lugar al nacimiento de un sector propio, cuya misión consiste en mejorar la calidad de dicha información y facilitar que los inversores puedan darle sentido. Muchas empresas se han mostrado dispuestas a comunicar cómo están avanzando en Responsabilidad Social Corporativa (RSC) u otros aspectos relacionados con la sostenibilidad, pero carecen de las capacidades de exposición necesarias para difundir esta información de manera significativa. En 1997 se puso en marcha la iniciativa de comunicación global de información (Global Reporting Initiative) con el fin de promover una mejor calidad de la información sobre sostenibilidad en todo el mundo; actualmente cuenta con más de 600 miembros.

Masja Zandbergen es directora de Integración de Criterios ASG de Robeco