La reguladora europea pronostica el fin de los coches diésel

Los consumidores de la Unión Europea podrían hacer tanto como los reguladores para impulsar el paso de la industria del automóvil de la región hacia la era de los coches eléctricos pronosticada por Tesla Inc., según la comisaria a cargo de la política industrial del bloque.

La comisaria europea Elzbieta Bienkowska afirmó que la Unión Europea ha vivido un momento “clave” desde que la alemana Volkswagen AG reconoció en 2015 que manipuló los motores de sus vehículos a diésel para engañar a los fiscalizadores estadounidenses respecto a las emisiones de óxidos de nitrógeno. Esto afectó profundamente “la postura de la sociedad respecto a las emisiones y la necesidad de vehículos más limpios”, afirmó.

“Los coches de diésel están acabados”, dijo Bienkowska en una entrevista el pasado 24 de mayo, en su oficina en un noveno piso en Bruselas. “Creo que en unos años desaparecerán por completo. Es una tecnología del pasado”.

El escándalo de las emisiones podría ayudar a la Unión Europea a impulsar una revolución tecnológica en la industria del transporte. Europa quiere mantener el liderazgo en el mercado mundial de vehículos de pasajeros ante la competencia de Estados Unidos, donde Tesla tiene su sede, y China, que representa la mitad de las ventas de los vehículos eléctricos.

Regulaciones más duras

El fraude de VW, que fue descubierto por Estados Unidos y llevó a Alemania a ordenar la retirada de 8,5 millones de coches de la firma en la región, provocó una crisis en el principal fabricante de automóviles del mundo. También enfrentó a las autoridades europeas ante la urgencia de terminar con los vacíos en una política de “diésel limpio” que data de los años 90.

La oficina de Bienkowska recibió luego denuncias de posible manipulación en los motores de otros coches a diésel, incluidos algunos fabricados por Fiat Chrysler Automobiles NV.

El tema ha sido difícil para los políticos europeos, porque casi la mitad de los vehículos de la región funcionan con diésel -que genera más contaminación urbana que la gasolina aunque con menor impacto en el calentamiento global- y porque muchos de los países han tenido dificultades para cumplir con los objetivos de descontaminación con los que se busca reducir las enfermedades y muertes prematuras.

“La gente se ha dado cuenta de que no tendremos nunca vehículos diésel completamente limpios, sin emisiones”, dijo Bienkowska, de Polonia.

La semana pasada los Gobiernos de la Unión Europea respaldaron una reforma a las normas para la autorización de vehículos en el bloque. La Comisión Europea, el brazo regulatorio de la Unión Europea, ganó el poder de multar a las automotrices por hasta 30.000 euros por vehículo defectuoso y de ordenar la retirada de coches, parte de una supervisión centralizada del mercado, una medida similar a la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos.

Las ventas de vehículos eléctricos representan actualmente el 1,5% del total en la región europea, pero alcanzarán cerca del 5% en 2021 y subirán con fuerza a partir de 2025, según Bloomberg News Energy Finance.

Jonathan Stearns y Ewa Krukowska para Bloomberg