¿Qué esconde la letra pequeña de las ofertas de viaje?

Con la llegada de las vacaciones son muchos los que quieren hacer un viaje pero sin gastarse mucho dinero. Lo primero que piensan es en buscar alguna oferta en alguna agencia de viajes online.

Sus ojos brillan cuando encuentran chollos como ‘¡viaje a Punta cana por 500 euros!’. Ven ahí su viaje del año, una escapada a al caribe por un precio que puede ser asequible a sus bolsillos.

Como éstas hay muchas otras ofertas. Pero, ¿qué esconde la letra pequeña? La mayoría de ellas no incluyen conceptos como traslados al aeropuerto, propinas a los camareros o incluso prohíben el uso de algunas instalaciones del hotel como spa o incluso el minibar de la habitación. Eso sí, a no ser que el cliente quiera pagarlo a posteriori.

Rubén Sánchez, representante de FACUA, expone que la cantidad que los viajeros tienen que pagar a mayores por la letra pequeña “depende de muchísimos factores. No se puede dar una cifra concreta ni aproximada porque cada viaje tiene muchas características que habría que valorar”.

Además de ello, insiste en que las agencias u organizadores del viaje “nos tienen que dar el precio final completo, incluido impuestos” porque “lo dice la legislación de protección al consumidor”.

Las tasas aeroportuarias tienen que ser siempre las mismas

En este reportaje sacaremos a la luz algunas de las letras pequeñas que no están incluidas en estos ofertones.

Continuando con el ejemplo, comenzaremos por los viajes a lugares paradisíacos. Punta Cana es uno de los más demandados, ahora bien, cuando aparece una de estas ofertas lo primero que hay que fijarse es en las fechas disponibles para viajar. Las agencias de viaje y touroperadores suelen rebajar el precio de sus paquetes vacacionales en los meses de mayo y junio. La razón, porque es la temporada en la que más huracanes se producen en la zona.

Esto no quiere decir que por viajar en esas fechas te vaya a coincidir uno, pero sí que hay más posibilidades a si se viaja en cualquier otra fecha del año.

El miedo a que ocurra uno de estos fenómenos es una de las principales razones por las cuales los turistas prefieren no emprender el rumbo en dicha temporada y lleva a las agencias y hoteles de la zona a lanzar ofertas como tal para atraer a la clientela.

Otra letra pequeña bastante habitual en viajes como estos es que el paquete no incluye las tasas por entrar en el país. En muchas ocasiones la agencia de viajes con la que se contrata no informa de que a la llegada a la ciudad el cliente tendrá que pagar una cantidad a mayores y se encuentra, nada más llegar, con que se tiene que desembolsar 60 euros por que sí.

La letra pequeña comienza en casa

Los problemas por no fijarse en la letra pequeña de las ofertas de viaje comienzan en casa. Si se reserva el vuelo y el hotel por separado, coger el avión ya puede ser un quebradero de cabeza.

Supongamos que la oferta sólo incluye el vuelo desde Madrid y el contratante tiene que desplazarse hasta la capital. Para evitarse el coche compra un billete de avión, pero a la hora de reservarlo lo primero en lo que se fijan es en el precio. ‘Cojamos éste, que es más barato’ es el comentario más utilizado por los compradores. Pero cuidado, porque lo barato muchas veces acaba saliendo caro.

El precio de muchos vuelos llama la atención por ser bajos. Ante dos ejemplos de uno a 15 euros y otro a 50, los compradores se declinarán por el primero. Ahora bien, éste puede ocultar una importante letra pequeña: mayores tasa aeroportuarias.

Las tasas de un vuelo y otro pueden ser distintas. Siguiendo con el ejemplo, lo más probable es que el vuelo de 15 contenga unas tasas más elevadas que se suma a al precio final. En ocasiones, la suma de ellas puede superar el valor del otro vuelo. De esta forma, a la hora de comprar es preciso fijarse en todo o, lo que es más fácil, teclear la opción de precio final, para ver cuánto se tendría que pagar.

Las agencias de viaje “nos tienen que dar el precio final completo, incluido impuestos

Pero atención porque, como denuncia FACUA, esta práctica es ilegal. “Las tasas aeroportuarias tienen que ser siempre las mismas. A parte que no te pueden dar las tasas independiente del billete. Si te dicen billete a 15 euros tiene que incluir ya las tasas. La ley lo prohíbe”, explica Sánchez.

El siguiente problema se produce en el aeropuerto. Los billetes de menos precio no suelen incluir la facturación del equipaje, por lo que a no ser que el viajero lleve consigo sólo una mochila o el denominado ‘equipaje de cabina’ tendrá que abonar 60 euros por cada maleta que quiera facturar.

Propina a los camareros no incluida

Los problemas por no leer la letra pequeña continúan en el lugar de vacaciones. Una muy habitual en los cruceros es que el precio no incluye las propinas de los camareros, entre otras cosas como las tasas portuarias.

Un crucero por 400 euros es un sueño hecho realidad. Pero a esa cuantía, si no se lee la letra pequeña, hay que añadir otro importante desembolso (propinas y tasas) que podrían inflar el precio en más de 200 euros.

En el caso que se viaje a tierra firme, nada más salir del avión los viajeros se pueden encontrar otro problema. ¿Cómo voy ahora hasta el hotel? Y es que la mayoría de las ofertas no incluyen los traslados entre el aeropuerto y el hotel, tanto para la ida como para la vuelta.

La solución, alquilar un coche o coger un taxi. La primera de las opciones en muchas ocasiones no compensa porque muchos turistas van a disfrutar del paquete sol y playa y coger un taxi es un timo a mano armada. Los taxistas saben que esos clientes son turistas y es posible que te cobren de más.

Eso sí, el alquiler de coches puede beneficiar en el siguiente punto que no incluyen estos viajes: las excursiones. Tanto en cruceros como si se viaja a otra ciudad, las excursiones no siempre están incluidas en el paquete, por lo que de hacerlas habría que sumar a la cuantía una media de 70 euros por cada una de ellas. La forma más barata de hacerlo, alquilar un vehículo y seguir al autobús que sale del hotel.

El crucero no puede obligar a contratar excursiones con amenazas como no poder salir del barco

FACUA también tiene palabras para este cometido. “Si una persona contrata un crucero o unas vacaciones donde sea, las excursiones añadidas que uno quiera contratar no se entiende que estén dentro del viaje contratado. En un crucero, tú vas a equis ciudades. Que tú en esas ciudades quieras contratar excursiones es un servicio añadido, que no es obligatorio y que, por lo tanto, no tienen que facilitarte el precio inicialmente. No están obligados a hacerlo”.

Ahora bien, “otra cosa es que en el crucero te planteen que si no contratas la excursión en Grecia te tienes que quedar dentro del barco. Eso sí sería una práctica ilegal porque están recortándote derechos a disfrutar del viaje, a darte un paseo por Grecia, con la excusa de que sólo puedes salir a Grecia si contratas la excursión del crucero. O si te dicen que tienes que volver dos horas antes que el resto de pasajeros a la vuelta, que sólo puedes salir dos horas después porque ellos han contratado la excursión a parte. Esas son prácticas abusivas con las que están buscando que te veas obligado de alguna manera a contratar la excursión.

Pero la más fastidiosa de las letras pequeñas es el no poder utilizar alguno de los servicios que tiene el hotel, tales como el spa, la piscina o incluso el minibar de las habitaciones, teniendo que pagar en el momento o al finalizar el viaje.

Para que no te pille desprevenido

Poco a poco, lo que podría parecer un viaje barato acaba convirtiéndose en unas vacaciones caras. Expertos recomiendan para ello leer bien la letra pequeña y no fiarse de todos los cobros que se realizan tanto a la hora de gestionarlo como una vez en el lugar.

FACUA reconoce que están recibiendo “de forma creciente reclamaciones contra agencias o empresas organizadoras del sector de vacaciones”. Es por ello que recomiendan enterarse bien de qué servicios contempla la oferta y que no intenten hacerte pagar de más porque, en ocasiones, estás siendo víctima de una práctica que no es del todo legal.