Starbucks, Trump y la guerra del café

El local en el que te tomas tu café matutino se ha convertido en una cuestión política en EEUU. El comunicado publicado por el CEO de Starbucks, Howard Schultz, en el que explicaba su compromiso de contratar 10.000 refugiados en cinco años, ha despertado una enorme oposición por parte de los partidarios de Donald Trump, que han comenzado un boicot en redes sociales contra la cadena de Seattle.

«En lugar de contratar a 10.000 veteranos/americanos, la antiamericana Starbucks decide contratar a 10.000 refugiados. Llamando a todos los patriotas a #BoycottStarbucks».

En cambio, quienes se oponen a la orden ejecutiva del presidente y, en general, a la forma de operar del mismo, lanzaron una campaña importante de adhesión a la marca.

En su misiva, Schultz tampoco hacía nada especialmente polémico. En realidad, desafía la pobre capacidad lectora de sus detractores. Por ejemplo, insistió en su apoyo al programa DACA de acción diferida para jóvenes indocumentados. Asimismo, recordó que hay más de 65 millones de refugiados en todo el mundo, según Naciones Unidas, y que su objetivo es contratar a 10.000 de ellos en 75 países, de los cuales los primeros serán individuos que han servido con el Ejército de EEUU como intérpretes y personal de apoyo. ¿Difícil de criticar por la ultraderecha? Lo han conseguido.

Schultz también se opone a la creación de muros con México, un país en el que tienen 600 tiendas en 60 ciudades y que da trabajo a 7.000 mexicanos, tanto en los establecimientos como entre productores locales de café.

Asimismo, los empleados que disfrutasen del seguro del llamado Obamacare podrán volver a tener acceso al seguro de salud de Starbucks sin carencia.

«A la vista de los recientes eventos en todo el mundo, dejadme aseguraros que seguiremos fieles a nuestros valores y que haremos todo lo que podamos para apoyar e invertir en el bienestar de nuestros socios y hacer lo que podamos en la medida de lo posible. Es. nuestro foco: ofrecer un tercer lugar de resposo para todos aquellos que, cada día, lo buscan», subraya.

«Mientras intentamos entender lo que las políticas de la nueva administración suponen para nuestro negocio y para nosotros en EEUU y por todo el mundo, puedo aseguraros que haremos lo que haga falta para apoyaros a cumplir vuestros sueños y lograr vuestras oportunidades. Estamos en el negocio de inspirar y nutrir el espíritu humano». Quizá un poco exagerado para una cadena de cafeterías, pero muy tierno.

El boicot y contraboicot ha tenido una faceta curiosa. La de aquellos que, con independencia de todo, se sorprenden de que apoyar a una marca pueda tener alguna importancia en un debate del calado que se propone.