El «155 televisivo» de Montoro salpica a TV3 y afecta a Jaume Roures

El Ministerio de Hacienda reclama a la Corporació Catalana de Mitjans Audiovisuals 167 millones de euros por el IVA de los tres últimos ejercicios. Este hecho, tildado por algunos como «el 155 televisivo» por ser reclamado en pleno procés (con TV3 en la diana de la prensa madrileña por sus controvertidas actuaciones), no solo influirá en la confección de la parrilla de la televisión autonómica catalana, ya que Montoro también reclama más de 300 millones a otras cadenas.

Pese a que la corporación pública (catalana que engloba varias televisiones, radios y webs) cuenta con 307 millones de euros de presupuesto en 2017, sus más de 2.300 empleados conllevan una serie de elevados gastos fijos que obligan a Vicent Sanchís a aplicar los recortes con sus contratos con las productoras externas y privadas, que facturaron 642 millones de euros entre 2007 y 2016 según Crónica Global.

La primera víctima de este tijeretazo no se ha hecho esperar: TV3 cancela el magazine vespertino ‘Tarda oberta’ a finales de enero, tal y como ha adelantado El Nacional. Este espacio producido por la Mediapro de Jaume Roures podría ser relevado por un nuevo magazine conducido por Helena García Melero y producido por los propios medios de la cadena pública. Podría no ser la única novedad en la parrilla de la cadena autonómica, que en el mes de octubre consiguió su mejor audiencia desde 2007 a lomos del procés.

Podrían verse afectadas también por estos recortes El Terrat de Andreu Buenafuente, que produce ‘Preguntes freqüents’ en las noches de los sábados, Alguna pregunta, que realiza el espacio de zapping ‘APM?’, o Minoría absoluta de Toni Soler, que produce el espacio de sketches políticos ‘Polònia’ y el informativo satírico ‘Està passant’, que con unos ingredientes similares a ‘El Intermedio’ de La Sexta ha conseguido convertirse en la revelación otoñal en la televisión catalana.

Otras novedades autonómicas

En Telemadrid intentarán asentar los cambios de la mano de José Pablo López, cuyas audiencias no han acompañado demasiado los primeros meses de la nueva temporada. En Aragón TV la intención es cubrir el hueco de Pepe Quílez, que ha dejado la dirección de esta cadena para dirigir el Centro Territorial de TVE en la Comunidad aragonesa.

En la Región de Murcia Antonio Peñarrubia releva al frente de 7 TV a Alejandro Samanes, que se encargará a partir de ahora de la distribución de los formatos internacionales del Grupo Secuoya. Aun así el hecho más llamativo en las cadenas de la FORTA será el nacimiento de À Punt, nueva cadena autonómica de la Comunidad Valenciana que viene a cubrir el hueco de Canal Nou. Los primeros pasos de este proyecot ya se han dado con el inicio de las emisiones de su hermana radiofónica.

Una regeneración necesaria

Las primeras cadenas autonómicas nacieron hace 35 años con el propósito de romper con el monopolio de TVE al acercar la cultura regional mediante una política de descentralizar la información y el entretenimiento. Cierto es que en estos años se han advertido multitud de casos de manipulación, amiguismo o corrupción, acusaciones que tampoco le han sido ajenas a la televisión estatal.

Pero aun así las televisiones autonómicas deben regenerarse con la despolitización y pluralidad en sus informativos y con unas estructuras acordes al Siglo XXI para que no se conviertan en juguetes de barones autonómicos o en parásitos inasumibles para los presupuestos autonómicos.

Es evidente que TV3, Telemadrid, Canal Nou o Canal Sur han dado muchas muestras de lo que no hay que hacer, pero también hay modelos sostenibles y plurales como Aragón TV que apenas son tenidos en cuenta a la hora de analizar este tipo de televisiones por parte de algunos comentaristas que piden una centralización que esconde algunos oscuros objetivos políticos.