Repsol, campeón de España de contaminación

En plena lucha contra el cambio climático, ser una de las empresas que más contamina del mundo no es precisamente una buena publicidad. Si a eso le sumamos que es la única del país que aparece en una lista de 100 compañías, la situación empeora. Repsol se ha levantado con una noticia nada buena, es la empresa española que más contamina.

Según The Carbon Majors, ocupa el 45º puesto del ranking. Junto a las otras 99 empresas es responsable del 70% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Pero este no es el primer golpe que recibe la multinacional española en asuntos como este.

A lo largo de su vida ha sido protagonista de numerosas denuncias procedentes de asociaciones ecológicas. Las últimas se han producido poco tiempo atrás. Ecologistas en Acción ha sido una de las primeras. En 2010 acusó a la compañía de verter entre 120.000 y 180.000 litros de crudo durante el año anterior. Según la Asociación, este vertido llegó a cubrir un área de 19 kilómetros cuadrados a sólo 25 kilómetros de la costa mediterránea.

Las 100 empresas emiten el 70% de los gases de efecto invernadero

Años después fue el turno de Greenpeace. La asociación denunció a Repsol por verter – hasta en 16 ocasiones – residuos en aguas de Tarragona. Fuera de nuestro país provocó 7.000 derrames, principalmente en Alaska y la costa de Perú.

Las petroleras son las que menos favores hacen a las medidas anticontaminación. De las 100 empresas que forman el ranking, el 55% se dedican a la extracción de crudo.

Pero eso no es todo. Repsol no termina de levantar cabeza. Al título de empresa más contaminante de España precedieron las poco o nada alentadoras previsiones sobre el negocio del crudo. El calentamiento global puede no ser un asunto primario para la empresa, pero la caída del precio del petróleo que augura Andbank sí lo es. Esta entidad prevé un nuevo descenso todavía más acusado que el de 2015. Está segura de que caerá hasta los 30 dólares por barril, pero va incluso más allá y no descarta que sobrepase ese límite a la baja. ¿Repercute eso a Repsol? Sí, y mucho porque la petrolera sólo gana dinero cuando el precio del barril está por encima de los 40 dólares.

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Tras la tormenta de 2015 llegó la calma. Repsol dejó atrás el susto que la caída del precio del petróleo provocó en sus cuentas de resultados. Año nuevo, vida nueva. La remontada en los precios de 2016, que llegaron a duplicarse desde su nivel más bajo en enero de ese mismo año, volvió a convertir en color esperanza los antiguos números rojos. La compañía cambió los 1.200 millones de euros de pérdidas por los 1.700 millones de beneficios.

La historia se podrá volver a repetir. La pregunta es, ¿lo soportará Repsol? Una caída similar a la ya vivida le obligará a apretarse el cinturón. Le pasará factura y más si los bajos precios se mantienen durante un largo periodo de tiempo. Por miedo o porque quiere hacer oídos sordos, la simple idea le parece disparatada y descarta ese posible escenario. Sin embargo, y pese a los pronósticos, se siente optimista. Tanto que espera que el precio del barril se sitúe alrededor de los 50 dólares.